(CNA) El viernes 23 de agosto, la Corte Suprema de Kentucky escuchó argumentos sobre el caso de un empresario cristiano que enfrenta un castigo por negarse a imprimir camisetas para un festival del Orgullo LGBT por su fe.
«El derecho a decidir qué ideas expresar es esencial para la libertad humana. La Comisión violó esa libertad al ordenarle a Blaine Adamson que imprima mensajes que violen sus creencias religiosas», dijo Jim Campbell, abogado principal de Alliance Defending Freedom quien llevó el caso ante la Corte Suprema de Kentucky, después de los argumentos del viernes.
Blaine Adamson, propietario de la imprenta Hands On Originals, con sede en Lexington, Kentucky, fue demandado por negarse a imprimir camisetas que promocionaban un festival del Orgullo de Lexington en el 2012. Su negocio había sido contactado por la Organización de Servicios para Gays y Lesbianas, pero Adamson rechazó imprimir las camisetas porque creía que al hacerlo violaría su fe cristiana. Remitió al grupo a otras compañías.
En 2014, la Comisión de Derechos Humanos del Condado Urbano de Lexington-Fayette dictaminó que Adamson violó una ordenanza antidiscriminatoria y le ordenó imprimir las camisetas y someterse a una capacitación sobre diversidad.
Adamson cuestionó la decisión y ganó en un tribunal de Kentucky en 2017; desde entonces, el caso ha sido apelado ante la corte suprema del estado, y los argumentos ante la corte fueron escuchados este 23 de agosto.
En declaraciones a periodistas y simpatizantes después de escuchar los argumentos, Adamson dijo «Trabajaré con cualquier persona, sin importar quiénes son y cuáles son sus sistemas de creencias. Pero cuando se me presenta un mensaje que entra en conflicto con mi fe, eso es algo que no puedo imprimir».
«No entro a mi negocio todas las mañanas y dejo mi fe en la puerta», dijo. «Durante los últimos 7 años, el gobierno ha tratado de castigarme por negarme a imprimir un mensaje que iba en contra de mi conciencia».
En los argumentos, Campbell enfatizó ante el tribunal que la compañía de Adamson, Hands On Originals, «sirve a todos», pero se reserva el derecho de no imprimir ciertos mensajes que considera inapropiados o que de una u otra manera están en conflicto con la fe cristiana de Adamson.
Campbell dijo que Adamson, en su conversación inicial con los representantes de la Organización de Servicios para Gays y Lesbianas que buscaban unas camisetas para promocionar el Festival del Orgullo de Lexington, solo se negó a imprimir las camisetas después de preguntar y saber qué se imprimiría en las camisetas.
Campbell argumentó que esto constituyó un «peso sustancial» a las creencias religiosas de Adamson, según lo definido por la Corte Suprema en Holt v. Hobbs.
La Comisión le solicitó al Sr. Adamson violar sus creencias religiosas, y le ordenó asistir a la capacitación sobre diversidad, ya que es «incorrecto» que él maneje su negocio de acuerdo con sus creencias religiosas, argumentó Campbell.
Oponiéndose a Adamson y representando a la Comisión, el abogado Edward Dove dijo que Hands On Originals «practica la censura» de acuerdo con la admisión de Campbell.
«Pueden hacer lo que quieran en nombre de la religión y censurar cualquier mensaje que no les guste, lo que afectaría la libertad de expresión en el país», dijo sobre Hands On Originals.
La jueza Michelle Keller le preguntó a Campbell qué tan lejos puede llegar el gobierno al ordenar que se impriman las camisetas para el festival Pride, pregunto si se puede aminorar responsabilidad en el caso de las camisetas diciendo que los mensajes no reflejan los puntos de vista de Hands On Originals.
Adamson y otros dueños de negocios tienen una «libertad mental individual protegida por la constitución», dijo Campbell, una «dignidad individual» para proteger la libertad de expresión.