(CNA) Líderes católicos y otros líderes religiosos firmaron una resolución conjunta alentando al gobierno pakistaní a adoptar políticas para proteger a las minorías religiosas.
Los líderes celebraron una conferencia de prensa en Karachi el 8 de agosto organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada - Italia y por el abogado local Tabassum Yousaf.
Asistió el P. Saleh Diego, vicario general de la Arquidiócesis de Karachi, quien representó al cardenal Joseph Coutts. Representantes de la comunidad musulmana, hindú, sij y bahá'í del país también estuvieron presentes y firmaron la resolución.
La resolución conjunta, enviada al primer ministro Imran Khan y obtenida por CNA, incluye 10 recomendaciones destinadas a salvaguardar los derechos de las minorías y las mujeres.
La religión del estado de Pakistán es el Islam, y alrededor del 97% de la población es musulmana.
Las autoridades del país han fallado sistemáticamente en implementar salvaguardas en nombre de las minorías religiosas, a pesar de numerosas políticas a favor de las protecciones económicas y físicas para los miembros de religiones no musulmanas.
El primer punto pautado en la resolución conjunta insta que la edad mínima para contraer matrimonio sea de 18 años; la edad de matrimonio actual para las mujeres es de 16 años.
Las minorías religiosas también piden la oportunidad de un mejor desarrollo económico, que no está garantizado en este momento.
Los líderes religiosos solicitaron un ministerio federal para las minorías religiosas y la aplicación de una cuota para becas educativas otorgadas a las minorías.
En 2013, el entonces partido gobernante, la Liga Musulmana de Pakistán (N), prometió una cuota de empleo en los institutos educativos y el sector público para los miembros de las minorías religiosas. El Partido Popular de Pakistán discutió una Comisión de Igualdad para monitorear las cuotas de trabajo en Sindh.
Ambos partidos ahora están en la oposición del parlamento nacional, y las salvaguardas propuestas no se han puesto en práctica.
La resolución conjunta insta a la protección de las casas de culto de las minorías contra el proceso de incautación que realiza el gobierno; áreas de culto minoritarias designadas en cárceles, hospitales e instituciones estatales; y la aprobación de una ley para prevenir la discriminación religiosa en el empleo, la educación y la sociedad.
Los líderes religiosos también pidieron subsidios gubernamentales para la seguridad en las escuelas de las minorías. En diciembre de 2017, terroristas suicidas afiliados al grupo Estado Islámico atacaron una iglesia metodista en Quetta, matando a 9 personas.
La resolución conjunta dice que las minorías «deberían recibir una protección particular» contra el abuso de las leyes de blasfemia del país.
Las leyes de blasfemia de Pakistán imponen un castigo estricto a quienes profanan el Corán o difaman o insultan a Mahoma. Aunque el gobierno nunca ha ejecutado a una persona bajo la ley de blasfemia, las acusaciones de blasfemia han inspirado la violencia de mafias y la vigilancia a las minorías.
Según los informes, las leyes de blasfemia se utilizan para ajustar cuentas o para perseguir a las minorías religiosas; mientras que los no musulmanes constituyen solo el 3% de la población pakistaní, el 14% de los casos de blasfemia se han impuesto contra ellos.
Muchos de los acusados de blasfemia son asesinados, y los defensores que instan a cambiar la ley también son blancos de la violencia.
Las leyes de blasfemia se introdujeron entre 1980 y 1986. La Comisión Nacional para la Justicia y la Paz dijo que más de 1.300 personas fueron acusadas bajo esta ley desde 1987 hasta 2014. El Centro de Estudios de Investigación y Seguridad informó que desde 1990 al menos 65 personas han sido asesinadas.
En la resolución conjunta, los líderes religiosos también señalaron que «no hay conversión forzada de acuerdo con el Sagrado Corán». Sobre esa base, solicitaron una legislación contra el secuestro, la violencia sexual y la posterior conversión forzada al Islam, los cuales no propagan «El verdadero espíritu del Islam».
La resolución conjunta también pidió la eliminación de los libros que fomentan el odio.
A principios de este año, Sam Brownback, el embajador general de Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, aplaudió a Pakistán por mostrar su disposición a mejorar la libertad religiosa, al tiempo que reconoció la necesidad de una mejora significativa.
Brownback se reunió con el gobierno paquistaní y líderes religiosos del 22 al 23 de febrero.
«Durante esas reuniones, el embajador Brownback enfatizó la importancia que los Estados Unidos le da a la libertad religiosa, la protección de las minorías religiosas y al respeto», declaró la embajada de Estados Unidos en Pakistán.
En diciembre de 2018, el Secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, nombró a Pakistán como uno de los 10 «Países de especial preocupación», una designación dada a los estados que participan o toleran violaciones atroces y continuas de la libertad religiosa.
Esa designación marcó el primer año en que Pakistán ha sido incluido en la lista. El año anterior, fue colocado en la «Lista especial de vigilancia».