(Catholic Herald/infoCatólica) La legislación también establecería un Comisionado de libertad religiosa en la Comisión Australiana de Derechos Humanos.
Además, enmendaría las leyes existentes respecto a la libertad religiosa, incluida la ley de matrimonio y la que rige las organizaciones caritativas. Por ejemplo se plantearía que no se puede exigir a los grupos religiosos que pongan sus temploas a disposición de las celebraciones de matrimonios entre personas del mismo sexo.
El primer ministro Scott Morrison dijo en diciembre que «Australia es un lugar donde la discriminación basada en la identidad de una persona, incluida su identidad religiosa, es inaceptable. También es un lugar donde respetamos el derecho de las instituciones religiosas a mantener su espíritu religioso distintivo. Nuestras leyes deben reflejar estos valores.
El gobierno quiere hacer que las creencias y actividades religiosas estén tan protegidas como la raza o el sexo.
También espera asegurar que los grupos que rechazan el matrimonio entre personas del mismo sexo no sean despojados de su condición oficial como organizaciones de caridad o asistencia social. Así, por ejemplo, las agencias de adopción católicas podrán negarse a facilitar la adopción por parte de parejas homosexuales.
Cuando se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en Australia en 2017, los esfuerzos para incluir enmiendas que protegerían la libertad religiosa fracasaron durante el debate parlamentario.
Mons. Anthony Fisher, arzobispo de Sydney, señaló el año pasado que «no podemos dar por sentado que tenemos la libertad de profesar y practicar nuestras creencias aquí en Australia«, y advirtió que existían «poderosos intereses que buscan marginar a los creyentes y las creencias religiosas, especialmente los cristianos, para excluirlos de la vida publica. Acabarán con los fondos para escuelas religiosas, hospitales y agencias de asistencia social,etc»