(Asia News) Después del acuerdo y la eliminación de la excomunión al obispo oficialista de la diócesis, Mons. Vincenzo Zhan Silu, a petición del papa Francisco, Mons. Guo aceptó ser degradado a obispo auxiliar para dejar como obispo titular a Mons. Zhan.
Siendo Mons. Guo obispo reconocido sólo por la Santa Sede, el Frente unido y la Oficina de Asuntos religiosos le han hecho firmar una hoja en la cual se exigía de él obediencia al nuevo obispo, pero sobre todo sumisión a las leyes del país y la adhesión a los principios de «independencia» de la Iglesia y a la AP.
Mons. Guo accedió a firmar un documento en el cual él aceptaba la obediencia a al obispo, y a las leyes del país, pero no a la «independencia» ni a la AP, cuyos principios son «irreconciliables con la fe católica» (Carta de Benedicto XVI a los católicos chinos, 2007). Gracias a ello fue reconocido como obispo y pudo celebrar la misa crismal en público el pasado Jueves Santo.
Sin embargo el Frente unido no quiere publicar este documento y en cambio exige que todos los sacerdotes subterráneos de la diócesis -la mayoría, cerca de 60- firmen la adhesión a la AP, haciendo creer que Mons. Guo ha firmado la misma adhesión.
De aquí la aposición de Mons. Guo, que prefiere incluso no ser reconocido como obispo por el gobierno antes que ver a sus sacerdotes obligados a firmar la pertenencia a la AP.
El problema nace del hecho de que el contenido acuerdo sino-vaticano tampoco se ha hecho público. Según informaciones de AsiaNews, el acuerdo prevé la sumisión de sacerdotes y obispos a las leyes de China, pero mantiene como facultativa la adhesión a la Asociación Patriótica. Pero la organización que controla la Iglesia, exige la inscripción obligatoria. En diversas provincias- también en Fujian- está en marcha una campaña para obligar a sacerdotes y obispos a adherirse a la AP, bajo la pena de la exclusión del ministerio.
Para reivindicar la libertad para sí y para sus sacerdotes, Mons. Guo escribió una carta en la cual retira su pedido de reconocimiento por parte del gobierno y la envió a la Oficina para la seguridad pública de Fuan, a la Oficina Asuntos religiosos de Fuan y al obispo Zhan Silu.
En la carta, Mons. Guo explica sus motivaciones: «El gobierno ya decidió perseguir a los sacerdotes que rechacen firmar el pedido (de adhesión a la AP). Si yo no estoy para protegerles, no vale la pena que sea reconocido como obispo auxiliar. Estoy dispuesto a afrontar la persecución junto a otros sacerdotes».