(Cope) El vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española ha hecho balance de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia en los micrófonos de Herrera en COPE.
El también presidente y consejero delegado del Grupo COPE ha vuelto a recordar y a agradecer a las 7.164.000 personas que marcaron la 'X' a favor de la Iglesia en la última declaración de la renta. Además, ha puesto en valor a los 51.000 nuevos declarantes que destinaron parte de sus impuestos a ayudar a financiar la labor de la Iglesia.
«Son, contando con las declaraciones conjuntas, 8,5 millones de personas las que confían en la actividad de la Iglesia, sean creyentes o no, piensan que está mejor el dinero en manos de la Iglesia que en otras manos», ha asegurado.
El vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE ha subrayado que sólo uno de cada cuatro euros son los que aporta la 'X' para las diócesis y parroquias. El resto, ha explicado que proceden en gran medida de la «aportación fundamental» del 60% que hacen los fieles en varias las donaciones. Estos datos se completan con un 11% de ingresos del patrimonio.
Giménez Barriocanal ha cifrado en 900 millones de euros el dinero del que la Iglesia dispone para distribuir a las 70 diócesis y 23.000 parroquias. El destino de esos fondos es la realización de las seis finalidades que recoge la memoria: celebrar la fe, vivir la fe, anunciar la fe, actividad educativa, actividad cultural y la actividad asistencia en favor de los más necesitados.
La caridad, «la joya de la corona de la actividad de la Iglesia»
Barriocanal ha calificado como «la joya de la corona» a «la actividad que la Iglesia realiza en favor de los demás». Detrás de esa afirmación, se encuentran datos que figuran en la memoria como los 9.171 centros sociales y asistenciales que atienden al año a cuatro millones trescientas mil personas en todo el país.
Esas entidades responden a necesidades varias como son los 165 centros dedicados a emigrantes, con capacidad para ayudar a 120.000 personas o los 92 destinados a ayudar a 43.000 personas drogodependientes. Las mujeres víctimas de trata y de violencia, o víctimas de exclusión, menores, ancianos y discapacitados son otros de los colectivos a los que la Iglesia presta tiempo y servicio desinteresado. «La Iglesia no pregunta a lagente que credo tiene para atenderles», ha recordado Giménez Barriocanal.
Una Iglesia rentable y que acompaña
Giménez Barriocanal ha concretado con datos el significado de que «la Iglesia celebra la fe». «La Iglesia acompaña a la gente que quiere que se bauticen sus hijos, celebra las Primeras Comuniones, a las 46.000 parejas que se han decidido casar», ha contado. En ese sentido, ha destacado las más de 45 millones de horas de atención pastoral de sacerdotes, religiosos y voluntarios en las parroquias.
En cuanto a la actividad educativa, ha recordado que los «1,5 millones de chavales que acuden a los centros educativos concertados católicos, le ahorran a todos los españoles más de 3.300 millones de euros».
La aportación de la actividad de la Iglesia en la economía también pasa por la cultura. Así lo ha manifestado Giménez Barriocanal, que se ha remitido al casi 3% que supone para el PIB de España el patrimonio religioso. Ha querido recordar que esa cifra se corresponde con los 3.111 bienes de interés cultural, 600 santuarios o la actividad de las cofradías, con más de 900.000 miembros cofrades en 3.800 cofradías.
El sueldo de los sacerdotes: subida del 2% para una vida austera y digna
El vicesecretario de Asuntos Económicos ha asegurado en COPE que «se les subió en torno a un 2%» a los sacerdotes. La dotación base que tiene la CEE para todos los sacerdotes es de 770 euros brutos al mes. «Normalmente, las diócesis suelen intentar subir algo más, hasta los 800-850 euros al mes», data Giménez Barriocanal.
Ha valorado esta dotación económica como «un sueldo digno que permite vivir una vida austera». Los sacerdotes también tienen acceso a la pensión mínima que establece la ley, de cerca de 600 euros mensuales, y a residencias especializadas y atenciones para los curas que estén jubilados o necesitados de cuidados.
