(AD/InfoCatolica) El Arzobispo de Pamplona y Tudela glosó la oración sacerdotal del Evangelio de San Juan, proclamado en la celebración: “El evangelio habla de la verdad. La verdad es el elogio de la razón. El Papa recuerda que la razón y la libertad son la base de la responsabilidad humana. En lo más íntimo del ser humano hay un deseo de encontrar la unidad, la plenitud de la felicidad. Sólo a Dios pertenece la vida y la naturaleza, y la ordenación de las mismas”.
Comento que además, este ideal cristiano por excelencia de la unidad, entre las personas y los pueblos, es también el objetivo de la comunidad internacional, y que en la sede de las Naciones Unidas, el Papa, en su discurso en aquel foro, lo explicó magistralmente refiriéndose a la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Los derechos separados de su dimensión ética y racional, son muy frágiles. Pero la Declaración Universal esta basada en una justicia que no cambia. Si intenta privar a los derechos de su función en nombre de una perspectiva utilitarista, estos desaparecen”.
En la oración de Cristo al Padre “que todos sean uno”, “encontramos la razón de la existencia humana”, añadió el Arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, quien concluyó su predicación puso a los pies de Santa María de Leyre todas las peticiones de los presentes, especialmente la de “la paz para sus altezas reales”, en el recuerdo de aquellos reyes españoles, tan ligados a la historia del Monasterio, “que supieron reinar en tiempos difíciles”.