(Asia News) El pedido de perdón fue pronunciado ayer durante una conferencia de prensa organizada en Colombo. Participaron Asiri Perera, obispo de la Iglesia metodista, Diloraj Kanagasabai, obispo de la Church of Ceylon (protestante) de la diócesis de Colombo, y el Moulavi Farood Farook, presidente de la división local del grupo musulmán All Ceylon Jamiyyathul Ulama.
La iniciativa es un gesto importante en el país, turbado por las masacres del 21 de abril. Los atentados contra 3 iglesias y 3 hoteles de Colombo fueron reivindicados por el Estado islámico, si bien el gobierno continúa atribuyéndoselos a la facción islámica local National Thowheed Jamath. El Moulavi Farook subrayó que «no existe ninguna minúscula relación con la comunidad musulmana, este es el sucio trabajo de un cierto grupo terrorista. Nosotros, como fieles de la filosofía islámica, condenamos decididamente este acto de terror. No existe ni siquiera una recomendación en el Corán o (pronunciada) por el profeta (Mahoma)» para actuar así.
El imán asegura que «en el año 2014, cuando escuchamos hablar de la organización del Estado islámico, afirmamos públicamente que los musulmanes no tienen relaciones con este grupo. Los terroristas suicidas se unieron (al ISIS) en los países extranjeros y allí han recibido formación, sufriendo el lavado de cerebro». «Dado que no hay relación entre ellos y el islam –agrega– sus cuerpos no tuvieron el permiso de ser cremados en nuestro cementerio. Ellos no tienen ni religión ni fe».
A su vez, el obispo Pereira dijo: «Queremos dar a todos los musulmanes un mensaje: ‘Nosotros os perdonamos’. No fueron ustedes los que realizaron tal desastre, sino un grupo que al hacerlo ha usado vuestro buen nombre. Ustedes en cambio fueron leales al pedir perdón». Luego recordó que el primero en perdonar a sus verdugos «fue Jesús en la cruz». Además exhortó: «Sostengamos juntos nuestros valores religiosos en el momento de crisis».
El obispo Kanagasabai hizo un llamamiento a la población: «Mi querido pueblo de Sri Lanka, le pido en nombre de Dios y de la humanidad, para que protejan la vida de todas las personas. Aléjense de de cualquier forma de violencia, obedezcan a las leyes del país y demuestren qué significa ser un ciudadano de Sri Lanka que ama, se ocupa y se preocupa de los otros. Recuerden los musulmanes no son terroristas. Dado que siempre hemos vivido juntos con unidad y amor, tenemos el deber del poder supremo que gobierna nuestras vidas de ocuparnos de los otros, garantizar su seguridad y su vida junto con la nuestra». Refiriéndose a la violencia de estos días contra la comunidad musulmana, invocó: «Mantengan la calma, eviten toda violencia. Pueda Sri Lanka ser curado de sus heridas».