(Zenit) Hoy, 6 de mayo, Francisco llegó en un vuelo desde Sofía a la ciudad de Rakovsky. Después, Francisco se ha trasladado a la Iglesia del Sagrado Corazón en papamóvil para celebrar la Santa Misa con Primeras Comuniones.
Rakovsky es, junto a Sofía, la ciudad búlgara con mayor número de católicos, dentro de un país mayoritariamente cristiano ortodoxo.
El Papa ha vestido hoy la estola con los santos de Bulgaria, Cirilo y Metodio, que ayer le regaló el Primer Ministro de Bulgaria, Boyko Boriso.
Palabras después de la homilía
A lo largo de la celebración, el Santo Padre se ha dirigido directamente a los 245 niños y niñas que han recibido hoy su Primera Comunión. Tras la homilía, el Papa ha entablado un diálogo con ellos en el que les ha recordado la razón por la que debían estar felices hoy: «Estoy contento porque viene Jesús».
Después, el Papa les ha interrogado sobre si todos eran de la misma familia, la Iglesia, y les ha indicado que nuestro apellido es «cristiano».
También les ha pedido que recuerden siempre la carta de identidad del cristiano a la que ha aludido durante la homilía: «Dios es nuestro Padre, Jesús es nuestro Hermano, la Iglesia es nuestra familia, nosotros somos hermanos, nuestra ley es el amor».
Francisco también ha remarcado que la Iglesia es nuestra Madre y que nosotros somos amigos, no enemigos: «Somos amigos, somos hermanos y nuestra ley es el amor».
Por último, el Santo Padre les ha animado a rezar a Jesús hoy por «por vuestra familia, vuestros padres, vuestros abuelos, vuestros catequistas, vuestro amigos».
Peticiones y ofrendas
Tanto en las peticiones como en las ofrendas, los niños de Primera Comunión han participado junto con otros miembros de la comunidad católica búlgara, laicos y religiosos. Durante el ofertorio, los cantos han sido acompañados por gestos dirigidos por un grupo de estos pequeños, vestidos con túnicas blancas.
Palabras antes de la comunión
Antes de administrar la comunión, el Obispo de Roma se ha vuelto a dirigir directamente a los catecúmenos: «Ahora vais a recibir a Jesús, no os distraigáis, no penséis en otra cosa. Solo pensad en Jesús, al que vais a recibir».
El Papa les ha pedido acudir al altar en silencio, «haced silencio en el corazón». También les ha señalado que es «la primera vez que Jesús viene a vosotros» y que después vendrán otras muchas ocasiones.
Finalmente, les ha instado a pensar en sus padres, catequistas, abuelos y amigos y les ha propuesto que si habían discutido con alguien lo perdonasen antes de acercarse a comulgar.
Saludo
Antes de la bendición final, Mons. Gheorghi Ivanov Jovčev, Obispo de Sofía y de Plovdiv, ha dirigido unas palabras al Papa Francisco. En ellas, le ha mostrado su agradecimiento por haber acompañado a los niños de Primera Comunión, venidos de toda Bulgaria. Junto a los pequeños, el obispo ha saludado al Pontífice de la manera en la que se hace en esta tierra: «Cristo ha resucitado».
Al final del discurso, Francisco y el Obispo han compartido un abrazo.
Mensaje final del Papa
El Papa ha concluido la celebración con un breve discurso de agradecimiento «a todos de modo particular a los hermanos obispos aquí presentes, a los sacerdotes, religiosos, religiosas y a las familias». Igualmente, se ha referido a los organizadores y a los que no ha podido acudir a la celebración, especialmente a los ancianos y enfermos.
Finalmente, el Sucesor de Pedro ha agradecido también la oportunidad que le han ofrecido las autoridades del país para realizar esta visita.
El Obispo de Roma ha abandonado la iglesia del Sagrado Corazón bajo los pétalos de flores, que caían de la bóveda central del templo.