(Gaudium Press) Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadishu, Somalia, aprovechó su presencia en una cumbre de agencias caritativas católicas celebrada en Nairobi, Kenia, para llamar la atención sobre las urgentes necesidades de los damnificados por la fuerte sequía que azota la región.
«La mayoría de las áreas afectadas son las que se encuentran en el norte y noroccidente», explicó el prelado a Catholic News Service. La cumbre de organizaciones caritativas se dedica a la situación en Somalia en momentos en que el gobierno keniano presiona en favor del cierre del campo de refugiados de DaDaab, donde residen unos 270 mil refugiados de Somalia, Sudán del Sur, Etiopía y Uganda.
El prelado reclamó que la decisión sobre los refugiados sea tomada con cautela y bajo la supervisión de la agencia sobre refugiados de las Naciones Unidas, la ACNUR. «Ante cualquier razón dada por la cual esto debería llevarse a cabo, el ACNUR debería estar allí para asegurar que las razones sean justificadas», indicó el Obispo, quien se manifestó contrario a «cualquier movimiento para que los refugiados asentados en un país como Kenia y de países como Somalia sean expulsados del país».
Mons. Bertin advirtió que varias regiones de Somalia padecen una grave situación de inseguridad, por lo cual un proceso de retorno debe ser acompañado de un programa de apoyo que les permita iniciar una nueva vida y garantizar su seguridad. Además, pidió tener en cuenta las situaciones particulares de los refugiados. «Hay refugiados somalíes que, durante su estadía en Kenia, se han casado con somalíes kenianos. Aquí, estas personas califican como kenianos en virtud de su matrimonio y sus hijos como kenianos de nacimiento», propuso como ejemplo.
Con información de Detroit Catholic.