(Agencias/InfoCatólica) Tras el atentado, se han practicado cuatro detenciones, tres hombres y una mujer, según han informado fuentes policiales. Las autoridades de Nueva Zelanda no tenían fichado a ninguno de los cuatro detenidos. Uno de los asaltantes fue identificado como Brenton Tarrant, un australiano originario del estado de Nueva Gales del Sur, según indicó una fuente policial australiana a la televisión TVNZ.
«Hay cuatro personas bajo custodia. No nos consta que haya más implicadas pero no podemos asumir que no haya más», ha expresado en rueda de prensa el jefe de la policía, Mike Bush, que evitó precisar inicialmente el número de víctimas. El informante señaló a los detenidos se les encontraron artefactos explosivos en sus vehículos, y alertó sobre la posibilidad de que el incidente no esté limitado a la ciudad.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha afirmado que el asalto fue «un acto de violencia extraordinario y sin precedentes», en lo que calificó como «uno de los días más negros de Nueva Zelanda». «Este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelanda. Esto no es lo que somos», dijo en rueda de prensa.
Uno de los tiroteos del atentado en Christchurch (Nueva Zelanda), fue retransmitido en directo a través de las redes sociales por uno de los asaltantes, que aparece con ropa militar dentro del centro de culto disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambió el cargador al menos dos veces.
En las redes sociales también circula un manifiesto de los atacantes que incluiría calificativos peyorativos contra los musulmanes. «Es claramente un supremacista blanco que ha planeado esto durante dos años», dijo un analista en seguridad a la emisora Radio New Zeland.
Obispos dan el pésame a los musulmanes
Los obispos de Nueva Zelanda han emitido un mensaje de solidaridad con los musulmanes del país:
Les mantenemos en oración mientras escuchamos las terribles noticias de violencia contra los musulmanes en las mezquitas de Christchurch. Somos muy conscientes de las relaciones positivas que tenemos con la población islámica en esta tierra, y estamos particularmente horrorizados de que esto haya sucedido en un lugar de culto durante el momento de oración.
Estamos profundamente tristes de que hayan sido asesinadas y heridas tantas personas, y nuestros corazones están con ellos, sus familias y la comunidad en general.
Deseamos que sepan que cuentan con nuestra solidaridad con ustedes ante semejante violencia.