(InfoCatólica) Al recibir a una representación de los trabajadores del Archivo Secreto Vaticano, el Papa explicó que la apertura de los documentos se llevará a cabo el 2 de marzo del 2020, «exactamente un año después del ochenta aniversario de la elección al Trono de Pedro de Eugenio Pacelli».
El Pontífice aseguró que «la Iglesia no tiene miedo de la historia, al contrario, la ama, y quiere amarla más y mejor, como la ama Dios. Por lo tanto, con la misma confianza de mis predecesores, abro y confío a los investigadores este patrimonio documental».
Francisco recordó que durante el pontificado de Pío XII se vivieron «momentos de dificultad, de decisiones duras, de prudencia humana y cristiana que algunos pueden tomar por reticencia y que fueron, en cambio, intentos de ayudar» a las víctimas del nazismo, especialmente los judíos.
Pío XII ha sido objeto en las últimas décadas de una campaña de calumnias y difamación precisamente por su papel ante la masacre de judíos orquestada en toda Europa por el régimen nazi.
Dicha campaña contrasta con el reconocimiento prácticamente unánime por parte de la comunidad judía internacional que tuvo el Papa Pacelli tras su fallecimiento. Por ejemplo, el de Golda Meir, quinta primer ministra del estado de Israel:
«Compartimos el dolor de la humanidad por la muerte de Su Santidad Pío XII. En una generación afligida por guerras y discoridas, él ha afirmado los altísimos ideales de la paz y de la piedad. Durante el decenio del terror nazi, cuando nuestro pueblo sufría un terrible martirio, la voz del papa se elevó para condenar a los perseguidores y apiadarse de sus víctimas. La vida de nuestro tiempo se ha visto enriquecida por una voz que expresaba las grandes verdades morales más allá del tumulto de los conflictos cotidianos. Lloramos a un gran servidor de la paz».
(Fuente: L´Osservatore Romano, edición del 10 de octubre de 1958, pág 2)
Jacob Philip Rudin, presidente de la Central Conference of American Rabbies:
«La Conferencia Central de los Rabinos Americanos se une con profunda conmoción a los millones de miembros de la Iglesia católica romana por la muerte del papa Pío XII. Su amplia simpatía por todos, su sabia visión social y su comprensión lo hicieron una voz profética para la justicia en todas partes. Que su recuerdo sea una bendición para la Iglesia católica romana y para el mundo».
Doctor Brodie, Rabino jefe de Londres:
«Nosotros, miembros de la comunidad judía, tenemos razones particulares para dolernos de la muerte de una personalidad que, en cualquier circustancia, ha demostrado valiente y concreta preocupación por las víctimas de los sufrimientos y de la persecución».
Pierre Mendès France, primer ministro francés, de origen judío (sefardita):
«Quienquiera que se ha acercado al papa se ha asombrado por su valor como estadista, cuya acción se extiende sobre uno de los períodos más dramáticos de la historia. No se puede olvidar que en el ardor de su fe, la adhesión a la paz fue uno de los constantes valores de su pontificado, y es por su oposición a la violencia, como por su respeto al ser humano, por lo que Pío XII asumió una postura sobre los problemas de la evolución de los pueblos coloniales, que no puede no tener una saludable y considerable influencia sea en el ámbito cristiano como fuera de él».
De igual manera, cabe recordar que Pinchas Lapide, historiado judió y consul general de Israel en Milán aseguró que «la Santa Sede, los nuncios y la Iglesia Católica han salvado de la muerte entre setecientos mil y ochocientos cincuenta mil judíos» (Emilio Pinchas Lapide, "Three Popes and the jews", Souvenir Press, Londres, 1967)
Además, Giuseppe Nathan, comisario de la Unión de Comunidades Judías Italianas, el 7 de septiembre de 1945 declaró su «homenaje de agradecimiento al Sumo Pontífice, a los religiosos y a las religiosas que, siguiendo las directrices del Papa, no han visto en los perseguidos más que hermanos, y con valor y abnegación han realizado una acción inteligente y eficaz para socorrernos, a pesar de los gravísimos peligros a los que se exponían».
Y por último,Kubowitzji, secretario general del Congreso Judío Mundial, al ser recibido en audiencia por el Papa Pío XII el 21 de septiembre de 1945 le manifestó su «más sentido agradecimiento por la acción realizada por la Iglesia católica a favor del pueblo judío en toda Europa durante la guerra».