(ABC/Vida Nueva/InfoCatólica) La «dictadura del relativismo» puede acabar con la civilización occidental que impulsó el cristianismo. Esta fue la dura advertencia que han lanzado este lunes el filósofo, Gabriel Albiac y el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera.
Ambos académicos han participado en la primera sesión del ciclo «La alternativa al frente popular: un debate cultural», organizado por la Fundación Valores y Sociedad, la Fundación CEU-San Pablo y la Fundación Villacisneros.
Antes del debate, y para explicar la trascendencia de este nuevo impulso a los ciclos de conferencias con la incorporación del CEU, tomaron la palabra los presidentes de las tres Fundaciones organizadoras. Así, el presidente de la Fundación Valores y Sociedad, Jaime Mayor Oreja, apuntó que «estamos en una crisis de conciencias, valores, dignidades, ideas... en definitiva, en una crisis de personas». A lo que añadió: «es importante que trabajemos en una alternativa y regeneración de fundamentos, ética, de ideas, cultura, conciencias, cohesión y principios». También participó el presidente de la Fundación Villacisneros, Íñigo Gómez-Pineda; y el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza.
Ante un auditorio abarrotado de gente en la sede de la Fundación Mutua Madrileña, el monje benedictino Santiago Cantera aseguró que «la dictadura del relativismo» lleva al hombre a pensar que «la verdad está en uno mismo y no en la verdad objetiva que buscan los filósofos clásicos y el pensador cristiano». Estas corrientes subjetivistas son las el que han dado lugar «a la ignorancia que afecta a los jóvenes y la cultura del odio que acecha a Europa».
«Con esta forma de pensar que prima la verdad subjetiva se puede llegar a destruir una persona y la realidad porque no se considera una verdad», alertó.
Albiac recordó que al contrario de lo que hicieron los monásticos durante siglos de «preservar la tradición escrita y la lectura», la sociedad contemporánea «vive en el crepúsculo de la lectura y de la escritura». «He visto desaparecer la capacidad de leer y esto impide poder enfrentarse a lo real», sentenció el filósofo agnóstico. «No sé si los políticos se han dado realmente cuenta -añadió- hasta qué punto nuestra sociedad se ha vuelto analfabeta».
Ante este desmoronamiento de la cultura y los valores que han cimentado a Europa, Albiac propuso una idea contundente y sencilla: «Volver a los monasterios y a la biblioteca». Un espacio que, según subrayó Cantera, «sigue habiendo en todos los monasterios».
El fomento del odio
En una vibrante crónica, Vida Nueva, relata que el P. Cantera, en su turno, y ante un silencio expectante, quiso añadir «un elemento difícil de comprender, porque es irracional, y es el odio. Hoy vivimos una realidad del odio especialísimamente presente, donde los medios de comunicación muchas veces lo alientan y en donde no importa mentir en esta dictadura del relativismo. El odio podría decrecer con el conocimiento de lo que es el amor, pero eso muchas veces es una experiencia personal. El odio se trasmite de una generación a otra», concluyó el benedictino, que ganó en intensidad de aplausos al filósofo y que incluso cosechó algún ¡bravo!
A esas alturas, el auditorio casi contuvo el aliento ante la última pregunta del moderador: ¿Y cuál es el horizonte, cuál es el futuro de Europa? «El horizonte inmediato es verdaderamente oscuro, porque todos los recursos de sabiduría y comprensión están absolutamente perdidos, ni siquiera en crisis, sino sumergidos. Lo de las ‘fake news’ es igual; lo terrible son las ‘fake lifes’, un espacio hipersaturado e hiperconectado. Y para salirse de él –añadió entre risas cómplices Albiac– solo hay dos vías: el monasterio y la biblioteca».
Le dio la razón el prior –«y en los monasterios tenemos habitualmente buenas bibliotecas», señaló sonriente–, pero no escatimó tampoco un diagnóstico severo: «A un nivel humano, el futuro de la civilización occidental lo veo muy oscuro, muy negro. Ya ha habido civilizaciones que han desparecido. No me extrañaría que pudiera suceder. Pero parto de una visión providencialista de la historia. Veo la mano de Dios en la vida del hombre y de la comunidad humana, lo que alienta la virtud de la esperanza, y esto hace que esté con paz. He pasado momentos muy duros y he conseguido resistir gracias a que veo la mano providente de Dios en la historia. Por eso creo que Dios quiere los valores de la civilización occidental y por ello mantengo una esperanza de futuro, pero hay que dar la batalla por la cultura», sentenció el prior Cantera.
Formación humanística
El prior del Valle de los Caídos apeló además a una formación humanística en todos los niveles de la enseñanza. «Ahora se incide mucho en los aspectos técnicos pero no hay que olvidar los fundamentos esenciales que qué aportan la formación humanística». «En esta educación integral el alumno aprende a preguntarse qué es el hombre, cuál es el sentido de la vida, a entender la realidad. La lectura de los clásicos, de los griegos, y los romanos. El estudio de la historia, la filosofía, el arte son facetas esenciales», afirmó.
Desde que se inició el ciclo de conferencias en 2016, numerosas y relevantes personalidades del ámbito político y la sociedad civil han intervenido en las mismas y han analizado la situación de España desde diferentes puntos de vista, con la intención de impulsar cambios, promover el compromiso personal y desarrollar líneas de reflexión sobre las modificaciones que son necesarias para fortalecer la Nación Española.