(LSN/InfoCatólica) El cardenal Jozef de Kesel de Bruselas presentó un informe sobre el abuso sexual en Bélgica similar al publicado recientemente en Alemania. El informe encontró que en más de 1.000 casos, el 76 por ciento de las víctimas de abuso eran hombres.
El informe de 400 páginas ha sido publicado en Katholisch.de, sitio web de la Conferencia Episcopal de Alemania. Fue liderado por el profesor emérito de psicología Manu Keirse, de Lovaina.
Al presentar este informe de abuso, el cardenal de Kesel dijo que cientos de víctimas de abuso sexual «finalmente tuvieron en los últimos años el coraje de hablar sobre esto [el abuso]». De Kesel afirmó que ahora es importante reconocer el sufrimiento de las víctimas, la impotencia hacia sus abusadores y su silencio forzado.
Como dice el profesor Keirse en el prefacio del informe: «El abuso sexual o la conducta abusiva no es una enfermedad, es un delito, un abuso de poder».
El informe dice que desde 2010, más de 1.054 víctimas de abuso fueron a los centros de la Iglesia para víctimas de abuso sexual. De los 426 casos que se informaron a algunos de estos centros, el 92 por ciento se remonta a más de 28 años. Setenta y tres por ciento de las víctimas tenían entre 10 y 18 años de edad cuando fueron agredidas. La mayoría de los casos de abuso sexual clerical tuvieron lugar en escuelas católicas o en las rectorías, según el informe.
Lo más llamativo es que este informe de abuso belga confirma los hallazgos de otros estudios similares. Como Katholisch.de dice: «Tres de cada cuatro víctimas fueron hombres (76%)».
Este hallazgo es significativo, ya que una vez más apunta al vínculo entre la homosexualidad y el abuso sexual clerical, un aspecto que es altamente negado por muchas figuras importantes de la Iglesia. Recientemente, el padre Hans Zollner, SJ, uno de los cuatro hombres llamados por el Papa Francisco para preparar la próxima cumbre del Vaticano sobre abuso sexual, declaró que «el verdadero problema del abuso sexual no es la orientación sexual, sino el abuso de poder». El cardenal Gerhard Müller y el cardenal Brandmüller sin embargo señalaron que si había relación.
La Conferencia Episcopal de Bélgica ya ha establecido una fundación llamada «Dignidad» para afrontar algún tipo de restitución financiera a las víctimas de abuso. Entre 2012 y 2017, esta fundación pagó 4,48 millones de euros, con sumas de entre 5.000 y 25.000 euros destinadas a víctimas de abuso.
El Cardenal de Kezel dijo que espera que la próxima cumbre proponga una «política coherente para toda la Iglesia Católica» con respecto a este problema.
Para él, la crisis de abuso no se ha resuelto simplemente publicando este informe. «La confianza es un trabajo permanente», dice la última oración del informe emitido por los obispos belgas.