(Efe) Según informó el fiscal encargado del caso, Javier Giaroli, la víctima falleció el pasado de 18 de octubre a causa de una «hipoglucemia severa» por no tomar la medicación para la «diabetes tipo 1» que sufría, y el sacerdote no la habría socorrido cuando era consciente de la situación.
«Esto el señor Escarlata lo sabía, sabía las enfermedades que padecía, sabía la medicación que consumía y las consecuencias de no consumir la medicación, el reproche penal es por retirarse sin dar aviso alguno», detalló el fiscal a Día del Sur Noticias.
El día de los hechos, Scarlata habría acudido a la casa de la fallecida, «golpeó en la puerta, no le atendía y se retiró del lugar», aún cuando «sospechaba que sufría un coma diabético».
Además, según la versión de la Fiscalía, la víctima se habría retirado a su casa para «no comunicarse con nadie por un lapso de cuatro o cinco días» y «preservar el carácter de sacerdote de su pareja», un hecho «que el señor Escarlata sabía».
La relación entre Scarlata y la víctima fue reconocida por el propio sacerdote además de ser verificada por la Fiscalía con base en «varios testimonios».
Mientras la Justicia continúa con la investigación para determinar la relación del sacerdote con los hechos, el Obispado ha decidido la «suspensión del P. Scarlata, como medida cautelar, de todas las facultades ministeriales».
Además, el comunicado destaca que «el Obispado lamenta en primer lugar el fallecimiento de la docente y el dolor de su familia y amigos, así como el escándalo que se ha producido por las presuntas acciones de este sacerdote».