(EP) Celaá ha revelado que la reunión que mantuvo el pasado lunes con el secretario general y portavoz de los obispos españoles y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, fue «cordial, muy franca y sincera».
«Estuvimos hablando sobre todo de la presencia de la Religión en la ley y creo que hubo comprensión por ambas partes, y desde luego mucha perspectiva y muy buenas impresiones en relación con el diálogo. Fue positiva», ha subrayado Celaá este martes en declaraciones a los medios.
La ministra ha recordado que su propuesta de reforma de la ley educativa contempla que la asignatura de Religión siga siendo evaluable, aunque no será «computable» para la nota media de los alumnos, algo que «entiende» la Conferencia Episcopal, asegura. «Desde luego hubo una actitud positiva a continuar hablando», ha añadido Celaá, que quiere tener su proyecto de ley en el Congreso, como tarde, a principios de año.
Hace una semana, el portavoz de los obispos españoles señaló que durante la reunión con Celaá, la primera desde que asumiera la cartera de Educación, harían llegar las «inquietudes» sobre la clase de Religión y la escuela concertada. Sin embargo, su predecesor en la portavocía de la Conferencia Episcopal, el ahora obispo electo de Ávila, José María Gil Tamayo, dijo el pasado mes de noviembre en una entrevista con Europa Press que la presencia en el currículo y la evaluabilidad de la clase de Religión eran «innegociables».
Tras la reunión, los obispos revelaron que defendieron ante Celaá que la Constitución y los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 «siguen siendo el marco de referencia para el diálogo sobre el pacto educativo o para cualquier modificación de la legislación vigente».