(AsiaNews) Un tribunal de la Onu condenó hoy a cadena perpetua a dos Jemeres Rojos por «genocidio». Se trata de Nuon Chea, de 92 años, el vice del líder de Pot Pot y de Khieu Samphan, de 87 años, que fue presidente de la kampuchea democrática, el Estado fundado por los Jemeres Rojos desde 1975 a 1979.
Los dos están ya descontando la condena por «crímenes contra la humanidad» realizados contra la población camboyana. Esta de hoy es la primera condena por «genocidio» y se refiere al plan de destruir la etnia Cham musulmana, los vietnamitas en Camboya y otras minorías religiosas.
La sentencia afirma que los Jemeres Rojos querían «establecer una sociedad atea y homogénea, suprimiendo todas las diferencias étnicas, religiosas, raciales, de clase y culturales». Ambos negaron las atrocidades cometidas.
Se calcula que en el breve, pero brutal período de su gobierno, fueron asesinados hasta dos millones de personas. La población jemer fue obligada a trabajos forzados en los campos, a la cárcel, a las torturas, a sufrir masacres. Pero el asesinato de un jemer contra otros jemeres no estaba considerado como «genocidio». En cambio la sentencia de hoy denuncia el plan de Pol Pot de querer extirpar «a los vietnamitas hasta el último», como también a la etnia Cham. Según los testimonios surgidos en el proceso, entre 1975 y 1979, entre 100 mil y 500 mil Cham fueron asesinados a través de masacres colectivas, incendios de libros de oraciones, decapitaciones, violaciones, matrimonios forzados y canibalismo.
El tribunal especial de Camboya por los crímenes de los Jemeres Rojos se estableció en 2006 y hasta ahora condenó sólo a 3 personas.
En 2010 condenó a Kaing Guek Eav, llamado «Duch», responsable del famoso centro de tortura de Tuol Sleng, donde hoy se encuentra el museo del genocidio. En la prisión Duch se convirtió al cristianismo y es el único en haber reconocido sus crímenes y pidió perdón.
Acusado junto a Khieu Samphan y Nuon Chea, estaba tambiénIeng Sary pero que murió en 2014, antes de la conclusión del primer proceso. Su esposa, Leng Thirith, ministro de los Asuntos sociales de Kampuchea, también ella acusada fue juzgada no sana de mente y murió en 2015. Pol Pot, el «hermano número uno» murió en 1998 sin que se le haya hecho ningún proceso.
Si bien haya acusaciones contra otros Jemeres Rojos, el Premier Hun Sen se expresó muchas veces contra la continuación de los procesos. También él fue un líder de la organización. Según el parecer del Premier, el pueblo camboyano quiere dar vuelta a la página y olvidar aquel período de violencia.
En efecto, la mayoría de los camboyanos no sigue el proceso. Los jóvenes sobre todo, desean que su país sea conocido por cualquier otra cosa que por las masacres.