La Iglesia maronita teme que estallen de nuevos los enfrentamientos civiles en el Líbano

Estas cosas que aún no aparecen con grandes titulares en los periódicos son francamente alarmantes.
No apagados aún los ecos de la sangrienta guerra en Siria y la intifada en Israel con su secuela de centenares de palestinos muertos por la represión, el recrudecimiento del odio religioso en El Líbano como semilla de una guerra civil que se creía para siempre sepultada, es una pésima noticia que puede prenderle fuego a todo el Medio Oriente.
Así como Israel y las grandes potencias tratan de sacar la mejor tajada en Siria sin importarles la suerte del pueblo sirio, de igual modo intervienen también en El Líbano con el peor de los resultados para el pueblo libanés.
Es eso y no otra cosa lo que afirman los prelados libaneses cuando denuncian que "injerencias extranjeras en el último minuto bloquearon la formación de un nuevo ejecutivo".
Quiera Dios que todo pueda llegar a buen puerto, porque de no ser así, el sufrido pueblo libanés volverá a vivir otra pesadilla interminable.