(Agencias/InfoCatólica) El Arzobispo de Durban en Sudáfrica, Cardenal Napier, dijo este sábado que el trabajo del Sínodo de los Obispos debe tener en cuenta la situación de los jóvenes, especialmente escuchar las voces y necesidades de la Iglesia en África.
El Prelado solicitó en la rueda de prensa del 13 de octubre la revisión del documento de trabajo del sínodo, que considera redactado desde una perspectiva «eurocéntrica». Por ese motivo, dijo que los delegados africanos deberían «presentar la realidad africana mucho más clara desde nuestra perspectiva».
El Cardenal Napier señaló que el documento no reconoce suficientemente el impacto de la migración masiva desde África a los países del continente europeo.
«África está perdiendo algunos de sus jóvenes más dotados por la migración, debido a la explotación de los recursos naturales y el medio ambiente. Los que vivían de la tierra ahora no pueden hacerlo» debido al efecto de la deforestación y las técnicas de minería agresivas, lamentó el Cardenal.
También criticó las condiciones económicas que conducen al trabajo infantil en África y la corrupción de muchos gobiernos africanos que permite que continúe «este ciclo de explotación».
Por otro lado, el Cardenal Napier dijo que hay otra realidad africana que no se refleja en el documento de trabajo del sínodo: «Mientras muchos jóvenes en Occidente abandonan a Jesús, o al menos a su Iglesia, por diversas razones, en África hay un fenómeno muy diferente y es que los jóvenes buscan a Jesús y las respuestas a los problemas de su Iglesia».
El crecimiento del cristianismo entre los jóvenes africanos, dijo, tiene lecciones importantes para las naciones más desarrolladas.
Hablar de los jóvenes y con los jóvenes
En otro momento de declaración, el Arzobispo africano también destacó que el sínodo no solo habla «sobre los jóvenes», sino que los obispos hablar «con ellos y con ellos». En ese contexto, elogió las contribuciones de 34 jóvenes invitados por el Papa Francisco a participar activamente en una reunión compuesta principalmente por obispos.
El Cardenal dijo que esos jóvenes son participantes activos en el sínodo, ofrecen discursos breves, intervienen al igual que los obispos, y participan en los pequeños círculos de conversación que ayudarán a dar forma al informe final del sínodo.
«Más importante que solo su presencia en la sala del sínodo es su participación en nuestros pequeños grupos», dijo.
El Cardenal comentó que es la octava vez que participa en un sínodo, y que la participación de los jóvenes católicos hace que sea una experiencia muy diferente. Añadió que la «participación proactiva» del Papa Francisco en el proceso también ha hecho que la experiencia sea única.
Finalmente, el Prelado dijo que espera que la participación activa de los jóvenes en el sínodo se convierta en un modelo del compromiso de la Iglesia con los jóvenes.
Para la mayoría de los católicos, «el rostro cotidiano de la Iglesia es el rostro del sacerdote. Por esa razón, los padres sinodales deben alentar a los sacerdotes de la parroquia a escuchar y comprometer activamente a los jóvenes en la vida y planificación parroquiales de la misma manera que lo hizo el sínodo», aseguró.
El cardenal también se refirió a carencias específicas en el documento.
Secularización
El primer asunto al que se refirió fue al de la secularización de los jóvenes, un tema que está teniendo una especial presencia en los debates de los Padres Sinodales.
Señaló que «mientras que muchos jóvenes en el mundo occidental están abandonando la Iglesia, y lo hacen por muchos motivos, en África los jóvenes buscan a Jesús. Buscan una respuesta a sus problemas en la Iglesia». Aseguró que esa realidad de la juventud africana no se está reflejando en los borradores del Documento Final.
Desempleo, pobreza y migración
Un segundo tema comentado por el Arzobispo de Durban es el del desempleo y la pobreza que empujan a la juventud africana a la migración, en condiciones muchas veces inhumanas que suponen incluso un serio riesgo para la vida de esas personas.
El tema del fenómeno migratorio es otro de los principales del Sínodo. Sin embargo, «sólo se habla de la forma en que repercute en Occidente, y no de sus efectos en África», lamentó.
«En África tenemos problemas climáticos y de medio ambiente, que es sistemáticamente contaminado y explotado. Se sobrexplota el territorio agrícola desplazando a los agricultores tradicionales, que se ven obligados a emigrar, a deambular por el continente africano rumbo a Europa».
Como consecuencia, «África pierde a algunas de sus personas más talentosas».
Explotación infantil
El Cardenal Wilfrid Fox Napier también habló de la explotación infantil: «Hay familias que hacen que sus hijos trabajen desde pequeños. Encontramos promociones enteras de niños que no van a clase, que no reciben educación».
«Explotación, corrupción…, son fenómenos muchas veces ignorados por los gobiernos africanos, o los gobiernos no son capaces de controlarlos. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, se está produciendo la extracción de minerales muy preciados, y ahí se da una explotación enorme de las personas».
Afirmó que «en un Sínodo donde se habla de los jóvenes, los temas que acabo de mencionar son temas importantes que deben estar reflejados en el Documento Final, y espero que sea así».
No obstante, señaló que en general está contento con los trabajos del Sínodo y mostró su esperanza en que, finalmente, todos estos temas se incluyan en el Documento Final.