(CeCh/InfoCatólica) Esta iniciativa se funda en las decisiones y compromisos expresados por los obispos en la Asamblea Plenaria Extraordinaria de agosto pasado, instancia en que observan la necesidad de fortalecer en la educación católica el buen trato para la prevención de abusos en las comunidades educativas, a través de la formación de todos los agentes educativos en cada una de las diócesis del país.
El obispo presidente del Área Educación, Mons. Héctor Vargas, destacó la importancia de realizar este proceso, como un primer paso para garantizar que en todo establecimiento educacional las personas se encuentren debidamente formadas en prevención de abusos: «Este es un compromiso que hemos adquirido como pastores. Hemos reconocido nuestros errores, y ahora debemos actuar para evitar que este tipo de situaciones sigan ocurriendo», señaló.
Dicho catastro se ejecutará a través de una consulta en cada diócesis y para ello se está solicitando a cada jurisdicción:
-Detalle de las instituciones de educación católica presentes en cada diócesis, clasificadas en: salas cunas y jardines infantiles, colegios e instituciones de educación superior.
-Detalle de las instituciones que cuenten con protocolos de prevención de abusos y acompañamiento a las víctimas, acreditación en las Líneas Guía de la Conferencia Episcopal de Chile para tratar casos de abusos sexuales a menores de edad, y trabajo conjunto con sus diócesis a través de los consejos de prevención de abusos locales. Esta información se recibirá hasta el 26 de octubre de 2018.
Por su parte, el director del Área Educación, Rafael Silva, junto con explicar detalles del proceso, señaló que la información que se obtenga se dará a conocer antes finalizar el año en curso.
La presidenta del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y acompañamiento a Víctimas, Ana María Celis, valoró esta iniciativa, destacando que uno de los elementos centrales para detectar precozmente y reparar los delitos de abuso, consiste en recibir formación para comprender el fenómeno del abuso sexual. Esto es indispensable para romper el silencio. Destacó además la importancia del compromiso de la comunidad educativa y la aplicación de las buenas prácticas en estos contextos. «Solo de esta manera podremos garantizar la existencia de ambientes sanos para niños, niñas y jóvenes», afirmó.