(Catholic Herald/InfoCatólica) En una decisión unánime, en un fallo histórico, el Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó a favor de la panadería ayer miércoles.
El Tribunal Superior de Belfast dictaminó en 2015 que los esposos Daniel y Amy McArthur, que dirigían la panadería, habían discriminado a un cliente cuando se negaron a hacerle una tarta con el lema «Apoyo al matrimonio gay». Se les ordenó pagar £ 500 en daños y perjuicios. El Tribunal de Apelaciones de Belfast rechazó su apelación en octubre de 2016.
La pareja presentó posteriormente su apelación ante el Tribunal Supremo del Reino Unido, que se reunió en Belfast por primera vez en mayo de este año.
Al emitir el veredicto el miércoles, la baronesa Hale dijo que los panaderos no se negaron a cumplir la orden del hombre debido a su sexualidad. «La objeción de los panaderos fue al mensaje, no al hombre», dijo.
También agregó que «nadie debe ser obligado a sostener o expresar una opinión que no cree».
«Este tribunal sostiene que no hubo discriminación por la opinión política o las creencias religiosas» del hombre que solicitó dicho pastel, concluyó.
En 2016, la pareja recibió incluso el inesperado apoyo del destacado activista por los derechos de los homosexuales Peter Tatchell, quien describió el caso contra la pareja como un «paso demasiado lejos».
«Me duele decir esto, como un partidario de la lucha por la igualdad LGBT en Irlanda del Norte desde hace mucho tiempo, donde el matrimonio homosexual y los donantes de sangre homosexuales siguen prohibidos», escribió. «Las leyes de igualdad están destinadas a proteger a las personas contra la discriminación. Una empresa que presta un servicio público tiene el deber legal de hacerlo sin discriminación basada en la raza, el género, la fe y la sexualidad. Sin embargo, el tribunal cometió un error al decidir que Lee fue discriminado por su orientación sexual y sus opiniones políticas. Su solicitud de pastel fue rechazada no porque fuera gay, sino por el mensaje que pidió. No hay evidencia de que su sexualidad fuera la razón por la que Ashers rechazó su pedido».