(Catholic Herald/InfoCatólica) «En medio de las crisis y las dificultades, necesitamos referirnos a la Palabra de Dios porque Él es la roca para nosotros», dijo el cardenal Dieudonne Nzapalainga, de 51 años de edad, en una rueda de prensa el pasado sábado en Roma, donde se celebra el Sínodo sobre los jóvenes
Hablando del sínodo, el cardenal y arzobispo de Bangui (República Centroafricana) dijo que los obispos están tratando de discernir juntos cómo proclamar el Evangelio entre los jóvenes y cómo escuchar lo que los jóvenes tienen para ofrecer a la Iglesia.
El mismo sábado se anunció que Nzapalainga había sido elegido moderador de uno de los círculos de discusión francófonos del sínodo,
El cardenal se refirió a la serie de guerras civiles que han plagado la República Centroafricana durante más de una década. Dijo que las Escrituras son el «mensaje de Dios» para aquellos que enfrentan el sufrimiento causado por la guerra.
«Es Jesús quien sufre», dijo el cardenal. «Cuando vienes de un país donde has experimentado la guerra y el sufrimiento, Dios está presente».
A pesar de las luchas en su país, Nzapalainga dijo que «la mayoría de los jóvenes aman la Iglesia», y quieren compartir su fe con los demás.
Nzapalainga dijo que los jóvenes de su país esperan que el sínodo los ayude a proclamar mejor el Evangelio.
«Necesitamos ofrecer apoyo [a los jóvenes] para que transmitan a otros el mensaje de Dios».
El cardenal también habló sobre la idea de «colonización ideológica», una frase utilizada por el Papa Francisco para describir la influencia negativa de algunos aspectos de la cultura occidental, incluida la «mentalidad anticonceptiva», sobre la Iglesia en el mundo en desarrollo.
«En cada cultura hay aspectos positivos y negativos. La clave para la aceptación está vinculada a la Palabra de Dios». El cardenal añadió que se debe juzgar la cultura de hoy a partir del evangelio.
«A menudo hablamos de colonización. Tenemos que tener cuidado con la idea de aceptar todo lo que viene. No deberíamos aceptar todo lo que viene de Europa. Necesitamos ayudarles [a los jóvenes]. Si no hacemos esto, aceptarán todo, incluso lo erróneo, lo falso».
La Iglesia, dijo, debe ayudar a los jóvenes a entender qué es verdad y qué no, evaluándolo a través de la lente del Evangelio.