(Vatican News) Continúan las intensas lluvias en Culiacán, estado de Sinaloa, afectando a miles de ciudadanos que han visto como en cuestión de pocas horas, el agua ha arrasado sus hogares, vehículos y calles.
En este contexto, la Conferencia Episcopal de México, lanza un comunicado apelando a la solidaridad del pueblo con los damnificados.
«En atención al estado de Sinaloa que está padeciendo los daños que han dejado las intensas lluvias de las últimas horas por la depresión tropical 19-E y su descarga pluvial los días 19 y 20 de septiembre, manifestamos nuestra comunión, uniéndonos en oración», señala el escrito indicando que hasta el momento, 11 de los 18 municipios del estado de Sinaloa, y que conforman la Diócesis de Culiacán, han sido perjudicados. Además de otros municipios de la Diócesis de Ciudad Obregón, en el estado de Sonora.
En efecto, las lluvias por la depresión tropical han ocasionado daños en viviendas, autos, campos agrícolas y la evacuación de unas 16 mil personas, además de suspensión de clases.
13 mil hectáreas de cultivo afectadas
Según fuentes oficiales, en las últimas 24 horas en Culiacán han llovido 370 milímetros, en Los Mochis cayeron 238 Milímetros y en la zona de Ahome fueron 358.
El comunicado explica que grandes zonas de cultivo también han sido gravemente afectadas en el Valle del Carrizo y El Fuerte, que suman 13 mil hectáreas de sorgo y ajonjolí, así como hortalizas. En el Valle del Évora en: soja, cebolla, cacahuate, ajonjolí y sorgo. En Culiacán y Navolato las siembras dañadas son las de tomate y chiles.
Por esta razón se han suspendido las clases en todos los niveles educativos y los miembros de Protección Civil, en coordinación con la Policía Municipal y Estatal, están resguardando a los ciudadanos en peligro.
Acompañar a Sinaloa con solidaridad
Asimismo, los obispos recuerdan, que «Sinaloa siempre ha sido solidaria con nuestro país en las distintas contingencias» por lo que ruegan «sumarse, con gesto misericordioso, espíritu generoso y fraterna caridad, a la colecta especial a favor de nuestros hermanos para socorrerlos y acompañarlos; ahora y en las siguientes fases de rehabilitación y reconstrucción».
Finalmente, los prelados encomiendan a Cáritas Mexicana la misión de recibir y transferir los fondos recaudados con el fin de dar respuesta a esta emergencia y ponen a su disposición la cuenta a nombre de Cáritas Mexicana I.A.P.
