(InfoCatólica) Mons. Antoine Camilleri, subsecretario de Relaciones de la Santa Sede con los Estados, firmó el acuerdo con Wang Chao, en representación del gobierno chino.
El Vaticano no ha publicado el texto completo del acuerdo aunque ha explicado que trata sobre el nombramiento de los obispos y que se trata de una cuestión de gran importancia para la vida de la Iglesia y crea las condiciones para una mayor colaboración a nivel bilateral.
«La esperanza compartida es que este acuerdo puede favorecer un proceso de diálogo institucional fructífero y progresista y puede contribuir a la vida de la Iglesia Católica en China, al bien común del pueblo chino y a la paz en el mundo», dice la Santa Sede.
El portavoz vaticano, Greg Burke dijo que el acuerdo permitirá a los católicos chinos «tener obispos que estén en comunión con Roma, pero al mismo tiempo reconocidos por las autoridades chinas».
«Este no es el final de un proceso. Es el comienzo», agregó Burke. «Ha consistido el diálogo, escucha paciente por ambas partes, incluso cuando las personas parten desde puntos de vista muy diferentes».
Dentro del acuerdo entre la Santa Sede y China, el papa Francisco ha levantado la excomunión a ocho obispos chinos ordenados sin mandato pontificio y fieles a la dictadura comunista. Por otra parte, ha erigido la nueva diócesis de Chengde, en la provincia de Hebei.
Lo cierto es que la dictadura china no ha dejado de perseguir cristianos en los últimos tiempos. Al contrario, el acoso a los católicos que eran fieles al Obispo de Roma, ha seguido produciéndose e incluso ha aumentado.
A la intervención del director de la Oficina de Prensa vaticana, Greg Burke, presentando el Acuerdo, se sucedieron ayer diversas manifestaciones y opiniones favorables al mismo, explicando la historia de las relaciones entre China y el Vaticano así como el alcance del acuerdo, las dificultades que afronta y las esperanzas puestas en él. Cabe resaltar el comunicado del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín, publicadas por VaticanNews, así como las declaraciones en L'Osservatore Romano de su director, Gian María Vian y del P. Federico Lombardi, anterior portavoz vaticano.
Por su parte, el obispo emérito de Hong Kong, cardenal Joseph Zen, hizo llegar a AsiaNews una declaración, que reproducimos abajo, en la que lamenta que después de tanto tiempo los católicos chinos no conozcan más que «se ha firmado un acuerdo entre la Santa Sede y la República Popular de China en relación al nombramiento de Obispos» y que se les pida una aceptación y obediencia ciega, «sin saber qué se debe aceptar, y en qué se ha de obedecer?».
A continuación, las tres informaciones publicadas ayer en el Boletín informativo de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y la declaración del Cardenal Josep Zen
Comunicado sobre la firma de un Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China sobre el nombramiento de los obispos
En el marco de los contactos entre la Santa Sede y la República Popular de China, que están en curso desde hace tiempo para tratar cuestiones eclesiales de interés común y promover ulteriores relaciones de entendimiento, hoy, 22 de septiembre de 2018, se ha celebrado una reunión en Beijing entre Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, y S.E. el Sr. Wang Chao, Viceministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de China, respectivamente Jefes de las delegaciones vaticana y china.
En el contexto de esta reunión, ambos representantes firmaron un Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de los obispos.
El Acuerdo Provisional antes mencionado, que es fruto de un acercamiento gradual y recíproco, se estipula después de un largo proceso de delicadas negociaciones y prevé evaluaciones periódicas sobre su implementación. Trata del nombramiento de los obispos, una cuestión de gran importancia para la vida de la Iglesia, y crea las condiciones para una colaboración más amplia a nivel bilateral.
La esperanza compartida es que este acuerdo fomente un proceso de diálogo institucional fructífero y con visión de futuro y contribuya positivamente a la vida de la Iglesia Católica en China, para el bien común del pueblo chino y para la paz en el mundo.
Nota informativa sobre la Iglesia Católica en China
Con el fin de sostener el anuncio del Evangelio en China, el Santo Padre Francisco ha decidido readmitir a la plena comunión eclesial a los restantes obispos oficiales ordenados sin mandato pontificio: S.E. Mons. Joseph Guo Jincai, S.E. Mons. Joseph Huang Bingzhang, S.E. Mons. Paul Lei Shiyin, S.E. Mons. Joseph Liu Xinhong, S.E. Mons. Joseph Ma Yinglin, S.E. Mons. Joseph Yue Fusheng, S.E. Mons. Vincent Zhan Silu y S.E. Mons. Anthony Tu Shihua, O.F.M. (fallecido el 4 de enero de 2017, habiendo expresado antes de morir su deseo de reconciliarse con la Sede Apostólica).
El Papa Francisco espera que, con las decisiones tomadas, se pueda comenzar un nuevo camino que permita superar las heridas del pasado realizando la plena comunión de todos los católicos chinos.
La comunidad católica en China está llamada a vivir en una colaboración más fraterna, para llevar con un compromiso renovado el anuncio del Evangelio. En efecto, la Iglesia existe para testimoniar a Jesucristo y el Amor del Padre que perdona y salva.
Erección de la diócesis de Chengde
Con el deseo de promover el cuidado pastoral de la grey del Señor y de dedicarse con mayor eficacia a su bien espiritual, el Santo Padre Francisco ha decidido constituir en la China continental, la diócesis de Chengde, sufragánea de Beijing, con sede episcopal en la iglesia catedral de Jesús Buen Pastor, ubicada en la División Administrativa de Shuangluan, Ciudad de Chengde.
Una parte importante del territorio de la nueva diócesis perteneció al vicariato apostólico de Mongolia Oriental erigido 21 de diciembre de 1883 y elevado a la diócesis de Yejé / Jinzhou con la bula Quotidie Nos del Papa Pío XII el 11 de abril de 1946.
La nueva circunscripción eclesiástica se encuentra en la provincia de Hebei. El territorio es el comprendido en los existentes límites administrativos civiles de la Ciudad de Chengde e incluye, por lo tanto, ocho distritos rurales (Chengde, Xinglong, Pingquan, Luanping, Longhua, Fengning, Kuancheng y Weichang) y tres divisiones administrativas (Shuangqiao, Shuangluan y Yingshouyingzikuang).
En consecuencia, se modifican, los límites eclesiásticos de la diócesis de Yejé / Jinzhou y Chifeng en cuanto una parte de su territorio se asigna ahora a la nueva diócesis de Chengde. Tiene una superficie de 39.519 km² y una población de aproximadamente 3.700.000 habitantes. Según los últimos datos, hay cerca de 25.000 católicos, distribuidos en 12 parroquias, en las que prestan servicios pastorales 7 sacerdotes, unas diez religiosas y algunos seminaristas
Obispo emérito de Hong Kong, cardenal Joseph Zen: Una obra maestra: ¡decir nada con muchas palabras!
El tan aguardado comunicado de la Santa Sede es una obra maestra de creatividad en lo que respecta a decir nada con muchas palabras.
Dice que el acuerdo es provisional, sin decir cuál por cuánto tiempo será válido el mismo; dice que éste prevé evaluaciones periódicas, sin decir cuándo vencerá el primer plazo para ello.
Por otra parte, de cualquier acuerdo se puede decir que es provisional, en tanto una de las partes siempre puede alegar una razón para solicitar una modificación o incluso una anulación del acuerdo.
Pero lo importante es que si nadie pide modificar o anular el acuerdo, éste, aún siendo provisional, es un acuerdo en vigor. La palabra «provisional» no dice nada.
«El acuerdo trata del nombramiento de Obispos». La Santa Sede ha dicho tantas veces esto, y desde hace tanto tiempo. Entonces, ¿cuál es el resultado de tantos esfuerzos? ¿Cuál es la respuesta a nuestra larga espera? ¡No se dice nada! ¡¿Es secreto?!
Todo el comunicado se reduce a estas palabras: «Se ha firmado un acuerdo entre la Santa Sede y la República Popular de China en relación al nombramiento de Obispos». Todo lo demás son palabras sin sentido.
Entonces ¿cuál es el mensaje que la Santa Sede pretende mandar a los fieles de China, con este comunicado? «Tengan confianza en nosotros, acepten lo que hemos decidido» (?).
Además, ¿qué irá a decir el gobierno a los católicos, en China? «Obedézcannos, la Santa Sede ya está de acuerdo con nosotros» (?).
¿Aceptar y obedecer sin saber qué se debe aceptar, y en qué se ha de obedecer? ¿Una obediencia «tamquam cadaver», por usar el idioma de San Ignacio?
Estamos particularmente preocupados por saber: «el nombramiento de Obispos», ¿incluye asimismo la legitimación de siete? ¿Incluye también el re-nombramiento de los Obispos de la Comunidad «clandestina», presentados esta vez por el Gobierno? Y a aquellos que no acepten tal re-nombramiento, ¿no les queda más que estar agradecidos al gobierno por reconocerlos finalmente como Obispos Eméritos?