(Efe) «En cuanto a una intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro creo que no debemos descartar ninguna opción», manifestó Almagro en una rueda de prensa que dio en el lado colombiano del puente binacional Simón Bolívar, a pocos metros de la línea fronteriza con Venezuela.
Almagro, que visitó la ciudad fronteriza de Cúcuta para ver sobre el terreno la situación de miles de venezolanos que emigran a diario de su país agobiados por la escasez de alimentos y medicinas, entre otras privaciones, agregó «que las acciones diplomáticas están en primer lugar» pero no se pueden descartar otras, dada la gravedad de la situación.
El jefe de la OEA respondió así a una pregunta de periodistas y señaló que «definitivamente el régimen de Nicolás Maduro lo que está perpetrando en materia de crímenes de lesa humanidad contra su población, en violaciones de derechos humanos, en sufrimiento de la gente, en el éxodo inducido que está impulsando», hace que no se pueda descartar la opción de la intervención militar.
Almagro, que dio la rueda de prensa junto al canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo García, y el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, lamentó «el dolor» y «el sufrimiento del pueblo venezolano».
«Un pueblo venezolano que hoy es víctima de la represión, pero una represión distinta, incluso a las demás dictaduras que hemos tenido en el continente; en este caso es la miseria, es el hambre, es la falta de medicamentos como instrumentos represivos para imponer una voluntad política al pueblo», afirmó.
A renglón seguido declaró que nunca se ha visto en el mundo un «un Gobierno tan inmoral» que «se niega a aceptar la ayuda humanitaria cuando está en medio de una crisis humanitaria».
«Eso es absolutamente inadmisible y no lo podemos permitir, la ayuda humanitaria tiene que llegar a Venezuela», subrayó en medio de aplausos de centenares de venezolanos que se detuvieron en el puente para escucharlo y que gritaban consignas como «Ayuda» o «Abajo Maduro».
El secretario general de la OEA insistió en que «el pueblo venezolano ha pagado un precio más que alto para recuperar su libertad, para recuperar su democracia y todavía no la ha recuperado» y por eso consideró fundamental la ayuda de la comunidad internacional, empezando por la financiera, para hacer frente al éxodo que se extiende por toda Suramérica.
«La comunidad internacional definitivamente tiene que dar respuesta a esto, la comunidad internacional es responsable y no puede permitir una dictadura en Venezuela, una dictadura que afecta la estabilidad de toda la región, la afecta a partir del narcotráfico, la afecta a partir del crimen organizado, la afecta a partir de la profunda crisis humanitaria que ha creado», manifestó.