(Javier Navascués/InfoCatólica) Marino Restrepo es un misionero laico colombiano que ha estado ofreciendo su testimonio en España durante el mes de julio. Aprovechando la ocasión fue entrevistado por Javier Navascués.
Nació en una pequeña ciudad de cultivadores de café ubicada en las montañas de los Andes de Colombia, en el seno de una familia de tradiciones católicas. Una fe de la que se distancia mientras su vida se centra en la noche, el sexo y el alcohol. Un vacío que a pesar el éxito profesional a través de la música intenta llenar con tarots, cábalas, runas hasta que en 1997 es secuestrado por la organización terrorista de las FARC y tuvo una impactante experiencia de Dios.
Vio el infierno eterno que le esperaba. Dios le concedió otra oportunidad y hoy en día recorre el mundo entero predicando las verdades de la fe. El infierno existe y si se vive en pecado es muy probable caer en él y condenarse para siempre.
Funda la Asociación «Peregrinos del Amor», aprobada por el arzobispo de Bogotá, y centrada especialmente en la nueva evangelización.
¿Se puede ser feliz sin Dios?
El hombre del mundo pretende ser feliz sin Él. He comprobado en mi experiencia personal que después de vivir 33 años sin Él, no encontré una gota de felicidad. A partir de mis 14 años de edad me aparté de Él y fui muy infeliz.
Hoy puedo decir que conozco el gozo que trae el Espíritu Santo y puedo apreciar la soledad y el vacío que se vive sin Dios. El hombre convenientemente diseña un realismo mágico para su comodidad y se convence de esto creando un falso estado de su vida.
El mundo ofrece muchas avenidas para ocupar al hombre y hacerle creer que vive una vida plena, pero las pruebas y dificultades de esta le demuestran todo lo contrario y muchos terminan en la búsqueda de Dios.
¿Satisface realmente el placer desordenado?
El placer desordenado alimenta los apetitos de la carne y alcanza satisfacciones momentáneas (que nunca llenan) y producen hábitos por medio de los cuales se vive una vida de anhelos pasajeros.
Esta vida está diseñada precisamente para satisfacer todos estos apetitos. El consumismo y el relativismo son las dos banderas que se izan en la realidad existencial del materialismo.
¿Por qué no puede el vicio colmar los anhelos de felicidad?
La felicidad del cristiano es el encuentro con la plenitud del gozo en Jesucristo. Ningún vicio puede alcanzar esto. La palabra vicio lo dice todo: el vicio destruye al hombre.
¿Cómo Dios salió a su encuentro?
El Señor se me apareció durante una experiencia mística mientras me encontraba prisionero de las guerrillas colombianas. En medio de esa experiencia se me reveló todo lo que se me había sido enseñado en la Iglesia Católica desde mi primera comunión hasta los 14 años de edad, que fue el tiempo en que participé de la Iglesia. Esta experiencia transformó mi vida y me convirtió no solo en creyente de estas verdades sino en un misionero católico.
Una experiencia dolorosa, pero necesaria.....
Dios actúa misteriosamente y lo que parece absurdo para nuestra pobre razón humana, termina siendo perfecto en su divina voluntad. Ese dolor si se vive con amor purifica y si no se vive con amor corrompe. Gracias a Dios que yo lo he vivido con amor.
¿Cómo describiría su experiencia?
Ocurre en medio de un éxtasis en el cual tengo primero una iluminación de mi conciencia, luego Dios me habla y me revela su Iglesia Católica, después aparezco en un lago donde puedo ver todos mis pecados y en el costado izquierdo del lago pude ver el infierno y en el derecho el purgatorio. Sobre una roca que se encontraba frente al lago, se me apareció Jesús.
¿Qué se siente al ser rescatado del infierno?
La misericordia de Dios. El hombre durante su travesía por este destierro terrenal no alcanza a comprender los peligros a los cuales está enfrentado. Si supiéramos el odio que satanás tiene contra nosotros, estaríamos muy preparados para el momento de la muerte. Mi experiencia me demostró la tristeza de la ceguera espiritual en la que se encuentra la humanidad.
Háblenos de la gravedad de la condenación eterna...
La palabra eterna lo explica todo. Ojalá pudiésemos meditar con mucha frecuencia lo que significa eternidad: sin fin, interminable. Estos son términos extremadamente radicales y trascendentales. Hace falta urgentemente, una catequesis en la Iglesia Católica mucho más clara y profunda sobre las consecuencias de la condenación eterna.
¿Qué diría a aquellas personas que viven permanentemente en pecado?
Que se pueden condenar. He visto con mis propios ojos del alma que el infierno es una realidad que se puede presentar al final de esta vida como destino inevitable para aquellos que rehúsan vivir en obediencia a Dios y deciden seguir su voluntad humana por los caminos del pecado.
Tras la conversión hay necesidad de reparar el pecado....
El hombre tiene dos opciones, vivir el bien o el mal, si vive el bien debe estar en una permanente conversión y una permanente reparación. Es muy común en la Iglesia Católica de hoy encontrar la tibieza en forma masiva. Una vida sacramental sin trascendencia y como consecuencia pecados confesados sin arrepentimiento sincero y sin posibilidad de reparación. Una vida religiosa sin conversión.
Háblenos de la necesidad de dedicar la vida a la gloria de Dios....
Vivir en santidad. He descubierto que no hay otro camino que este, sino somos santos, no podemos entrar al cielo. No me podría imaginar que otra cosa buscaría una persona que se considere católica y profese su fe.
Para glorificar a Dios con nuestra vida, se necesita estar consciente de que es vital una entrega total a la obediencia, la obediencia a Dios.
Importancia de rezar por la salvación de las almas....
Es la comunión de los santos. Estamos unidos unos rezando por los otros. La Iglesia nos enseña con claridad, y yo lo pude ver durante mi experiencia mística, que es muy importante el tener conciencia de la oración intercesora. Debemos siempre orar por la conversión de todos los pecadores. Yo creería que esta es la oración favorita de Jesús, pues Él vino a crucificarse por la salvación de todos los pecadores.
Hay necesidad de perseverar en la conversión, pues aunque se tenga experiencia de Dios sigue tirando el mundo....
Se debe vivir una vida sacramental y de oración para tener la suficiente fortaleza para defendernos de nuestras debilidades y todas las tentaciones del maligno.
¿Por qué sintió la necesidad de dar testimonio por el mundo?
Porque fue un llamado del Señor. El Señor se me manifestó a los dos años de haber sido liberado del secuestro en una Iglesia de Bogotá, durante una misa de Domingo de Ramos.
Sería muy largo el detallar esta experiencia pero Él me mostró que había nacido para esta misión y que me iba llevar por todo el mundo.
Ciertamente hoy la situación de la Iglesia es delicada pues hay una gran confusión...
No podemos salvar la Iglesia entera o el mundo entero. Cada uno debemos asegurarnos santificarnos, es nuestra mayor contribución. El día a día de nuestra vida es nuestro más grande aporte, pues es la oportunidad de vivir siendo testimonio.
Como actuar cuando los pastores no obran como tales....
Debemos ser aún mejor testimonio en nuestra vida personal para poder reparar por sus errores. Vivimos en un mundo que ha desnutrido la integridad espiritual de gran parte del clero. Los escándalos del clero en la Iglesia de estos tiempos lo demuestran así, pero no todo está perdido. El mal es muy escandaloso, pero el demonio no podrá contra la Iglesia. Siempre habrá un clero, una vida religiosa y laical compuesta por un remanente santo que sostiene la Iglesia a pesar de las tempestades infernales de los tiempos.
Testimonio de Marino Restrepo en España, verano 2018