(ACI Prensa) En una ponencia presentada el 15 de agosto, los prelados expresaron su postura ante el proyecto S.950 que busca «establecer la ley para la protección de la mujer y la preservación de la vida dentro de los procedimientos de aborto en Puerto Rico».
El proyecto busca establecer algunas restricciones para los abortos que se realizan en el primer trimestre del embarazo, como la adecuada información sobre los riegos y procedimientos para las mujeres al menos 48 horas antes.
Entre otras cosas, el proyecto propone informar a la mujer que el aborto acabará con la vida de un ser humano entero, separado y único; además de solicitar el consentimiento de los padres o del tutor legal para esta práctica cuando la mujer que se someta a ella sea menor de edad.
Sobre el proyecto de ley, los obispos explican que la Iglesia Católica siempre defiende toda vida humana ya que «el ser humano es creatura de Dios y Dios es el autor de cada vida humana».
«La Iglesia Católica ha enseñado consistentemente que el aborto provocado es una actuación moralmente incorrecta ya que es una violación del quinto mandamiento ‘no matar’, y representa el más despiadado de los ataques a la vida humana».
Los prelados resaltan asimismo que «toda vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su muerte natural. Por ello, la vida humana en el vientre materno no debe estar condicionada en ningún momento».
Tras expresar su deseo que la Corte Suprema revierta el fallo de Roe vs. Wade que permite el aborto en Estados Unidos, los prelados señalan que ante una legislación que admite este procedimiento «no nos queda otro remedio que apoyar aquellas medidas que de una forma u otra lo restringen y lo regulan ante un sistema legal estatal de total permisibilidad como es en el caso de Puerto Rico».
La ponencia de los obispos resalta asimismo que «los puertorriqueños y puertorriqueñas rechazamos el aborto (esto no aplica a los abortos naturales). Por ello, aunque hacemos constatar nuestro rechazo más enérgico a todo tipo de legislación que promueva el aborto, favorecemos las regulaciones a su práctica contempladas en el P. del S. 950».
Los prelados también expresaron su apoyo a «una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que ofrecería el pleno reconocimiento legal del derecho a la vida del niño y de la niña por nacer».
«En lo que eso sucede, no nos queda otra alternativa que apoyar, con salvaguardas, como en este caso, aquella legislación que a menudo implica juicios sobre los medios más efectivos y oportunos para avanzar en la protección de los niños y niñas por nacer y que pueda resistir los desafíos judiciales», concluyen.
Puerto Rico es un territorio no incorporado estadounidense con estatus de autogobierno. Eso quiere decir que si bien el país está bajo la soberanía de Estados Unidos, no forma parte del territorio de la nación norteamericana.