(Ecclesia Digital) El próximo 19 de agosto la Iglesia de Almería celebrará una nueva campaña para la financiación de nuevos templos parroquiales necesarios en distintas zonas de nuestra provincia y la restauración de los ya existentes. El lema elegido para este año es «una casa para Dios y para la comunidad cristiana» y se ilustra con el nuevo templo parroquial de San Joaquín y Santa Ana del Puerto de Roquetas de Mar.
En palabras del Prelado almeriense: «Hay que recordar que el esfuerzo realizado por la diócesis es grande y merece destacarse. Se terminaron obras de restauración de gran envergadura en la iglesia parroquial de Paterna del Río y en la de Santa María en Albox, obra de restauración en las que la aportación de los fieles ha sido decisiva. Se concluyó la primera fase de la restauración de la iglesia de la Encarnación de Cuevas de Almanzora, una de las mejores iglesias patrimoniales de la diócesis; y en otoño comenzará la segunda fase, gracias a un convenio entre Ayuntamiento y Obispado. Estamos afrontando obras en las iglesias de Lúcar y de Tahal; y está en construcción el santuario de la Virgen de la Cabeza de Monteagud, objetivo perseguido durante décadas. La aportación de los fieles y el convenio con la Diputación nos permite atender diversas necesidades en las iglesias parroquiales, muchas de las cuales han renovado sus presbiterios, combatido humedades y reparado cubiertas».
Las nuevas iglesias han supuesto un esfuerzo añadido al siempre necesario de las rehabilitaciones y restauraciones, dadas las necesidades de las poblaciones de mayor evolución, tanto la capital de Almería (iglesias de San Luis y de Santa María en el Puche, primera fase de Cristo Redentor y la restauración de San Miguel de las Salinas de Cabo de Gata) como en Roquetas de Mar (iglesias de las Doscientas Viviendas y El Puerto) son templos que el crecimiento de barriadas y poblaciones venían exigiendo y hoy funcionan como parroquias que se consolidan.
Por ende, continúa recordando el obispo de Almería «se hace precisa la generosidad de los fieles para lograr, en un esfuerzo solidario y común de todo el pueblo de Dios, las iglesias que necesitamos, al mismo tiempo que mantenemos las iglesias del patrimonio histórico de la Iglesia».