(Gaudium Press) Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, México, presidió por primera vez en el país una Ordenación sacerdotal en un centro penitenciario, el Centro de Reinserción Social de Apodaca. Se trata del P. Gabirel Zul Mejía, quien no se encuentra recluido en el penal, sino que en este lugar encontró la libertad de conocer a Dios y emprender un camino que lo llevaría a servirlo en el sacerdocio.
«En cierto modo, este lugar es la Catedral de Monterrey que se traspasa a este edificio porque donde está la Iglesia está la Eucaristía y donde está la Eucaristía está el sacerdote», afirmó en su homilía el Arzobispo, quien fue acompañado por los Obispos auxiliares Mons. Óscar Tamez y Mons. Heriberto Cavazos, además de una parte del clero local.
El prelado animó al nuevo sacerdote a fomentar la esperanza, amar sin exclusión y celebrar el sacramento de la Eucaristía, «porque todo lo que hagas tiene que referirse a la Eucaristía». Mons. Cabrera recordó que el amor cristiano no se basa en prejuicios, no condena, no excluye y mira «a la persona por el valor que tiene», y animó al P. Gabirel, a quien le aseguró: «Dios pone en tus manos tesoros inimaginables».
El padre del sacerdote, Andrés Zul Belmares, manifestó su alegría porque su hijo no se perdió, como parecía hacerlo cuando ingresó en el centro penitenciario, sino que triunfó para Dios. De manera similar, su madre, Magdalena Mejía Bernal comentó que toda la familia ha tenido menos problemas desde que su hijo emprendió el seguimiento de Cristo, «porque no nos serviría de nada que él anduviera en eso y nosotros en lo mismo».
Al final de la Eucaristía, los invitados del P. Gabirel donaron Rosarios y Biblias que fueron repartidas entre los reclusos. El nuevo sacerdote estará al servicio de la Pastoral Penitenciaria por disposición del Arzobispo.
Con información de Arquidiócesis de Monterrey.