(Vatican.news) Los obispos dominicanos celebran esta semana su 56° Asamblea Plenaria en la que que reflexionarán sobre los escenarios de violencia, corrupción, drogadicción, asesinatos, feminicidios, inequidad social, cultural y educativa, con el anhelo de «levantar el grito de una nueva esperanza, que nos coloque frente a opciones de la dignidad humana, la justicia y la paz».
Tras celebrar una misa de acción de gracias y apertura de esta Asamblea, la Conferencia Episcopal Dominicana (CED), ha expresado que confía en que los legisladores y el Estado dominicano, «nunca jamás lleguen a legalizar la muerte en nuestra nación dominicana, ni por el aborto ni por la eutanasia».
Presencia del mal en el sistema social
La eucaristía fue presidida por monseñor Diómedes Espinal, presidente de la CED, y concelebrada por los demás obispos del país, quienes estarán reunidos hasta el día seis de julio.
Durante la homilía, el obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Ramón Benito Ángeles, habló sobre la «amenaza constante de la presencia del mal en el sistema social que descentraliza la armonía y la paz que necesita el pueblo».
El prelado también indicó que los escenarios de «desorden moral y sexual, inequidad social, cultural y educativa; políticas estatales que amenazan el matrimonio y la vida familiar, deben ser iluminados por el Evangelio».
Otros desafíos de las realidades humanas señaladas por monseñor Ángeles fueron los migrantes, los excluidos, la niñez desprotegida, los enfermos y ancianos abandonados: «escenarios en que la dignidad humana es pisoteada, donde no existe la responsabilidad en el cuidado y respeto a nuestro medio ambiente».
«¡Qué decir de la temible y terrible amenaza contra la vida humana una vez concebida en el vientre de la madre1», expresó monseñor Ángeles en la homilía; a la vez que señaló que esta asamblea «es una oportunidad para compartir, intercambiar experiencias pastorales, reflexionar como Colegio Episcopal sobre todas las realidades que forman parte del entorno eclesial, social y comunitario».
Orar por el clero dominicano
Asimismo, el obispo auxiliar de Santo Domingo recordó la necesidad de orar junto al Papa Francisco, por el Clero dominicano, los religiosos, los laicos y todo el pueblo al que servimos y con el que compartimos nuestro ministerio».
Por último, los prelados renovaron su deseo de unirse al Santo Padre, para guardar fidelidad a la Iglesia, comenzando por su propia trasformación y conversión siendo pastores de una «Iglesia en Salida». (EG, 24).