(Gaudium Press) Para conmemorar el acontecimiento, el Cabildo de la Catedral de Córdoba organizó recientemente la conferencia «Enrique de Arfe y la creación de la custodia arquitectónica» que ofreció María Jesús Sanz, catedrática emérita de Historia de Arte de la Universidad de Sevilla, quien es además investigadora de orfebrería.
De acuerdo con la académica, Córdoba «cuenta con una de las tres custodias que realizó Enrique de Arfe y que supuso un antes y un después en la arquitectura del momento», es decir, del siglo XVI.
Tal como destaca la Diócesis de cordobesa en nota de prensa, la custodia fue un nuevo modelo que marcó el estilo de posteriores orfebres. En ella hay una diferencia, entre el resto de custodias monumentales que existen en el resto de España: «se añadió un segundo friso, probablemente en el siglo XVII, para elevar la altura y en él se representan las procesiones profanas que desfilaban delante de la custodia en el día de Corpus».
La Custodia
La custodia, que data del siglo XVI, mide 2.63 metros de altura y pesa más de 200 kilos. Fue elaborada con plata dodecagonal. La majestuosa obra fue un encargo que hizo el Obispo Martín Fernández de Angulo a Enrique de Arfe, quien hacía parte de la Corte de Carlos I, y ya había elaborado la Custodia de León, y se encontraba realizando la de la Catedral de Toledo. Los trabajos de la Custodia de Córdoba los inicia 1512, siendo estrenada el 3 de junio del año 1518.
«El valor de esta creación no solo reside en la calidad de la pieza o en la riqueza de su programa iconográfico, sino que además da paso a una nueva tendencia artística, desconocida en Córdoba hasta este momento, y que supone la transición del Gótico al Renacimiento», destaca la Catedral de Córdoba desde su web.
La monumental pieza está conformada por cuatro cuerpos: el basamento, que consta de compartimentos creados por arcos trilobulados y agujas de filigrana. En su interior se encuentran 18 escenas que corresponden a la vida pública de Jesús, su Pasión y la Resurrección. Tales escenas están elaboradas con pequeñas figuras que no superan los 55 milímetros.
El otro cuerpo es el templete, que es la parte principal de toda la obra, ya que allí se alberga el ostensorio que custodia el Cuerpo de Cristo. Más arriba se localiza el templete de la Asunción; allí está añadido un trabajo posterior al de Arfe donde se representa este momento de Nuestra Señora, obra realizada por el platero Bernabé García de los Reyes.
El último cuerpo es el de la campana, que se elaboró con una serie de torres de perfil enlazadas con guirnaldas de flores, las cuales rematan en una campana. Toda la obra concluye con una basa donde está ubicada la figura del Salvador triunfante.
La custodia sale todos los años en procesión para la solemnidad de Corpus Christi, pero el pasado 3 de junio se vivió un recorrido especial debido los 500 años de historia de esta monumental obra de arte.