Gil Tamayo: «La eutanasia es un mal moral»

EXCOMUNIÓN.
Cuando amenacen públicamente y luego ejerzan con la pena de Excomunión, entonces creeremos en sus buenas palabras.
Excomunión para todos los parlamentarios que voten favorablemente una ley de eutanasia. Para el Gobierno que la promueva. Y para el Jefe del Estado que la refrende.
Y cuando haya elecciones, advertencia a los electores. Es pecado mortal votar partidos abortistas y que promuevan la cultura de la muerte.

Simplicio, totalmente de acuerdo contigo: EXCOMUNIÓN.
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Tenemos que actuar y rezar mucho.

Mi consejo: leed la encíclica "Evangelium Vitae" de Juan Pablo II, que es doctrina de la Iglesia sobre este tema y otros de interés actual.

Es un pecado mortal

Ya la derogará el PP cuando vuelva al poder. Al instante, vamos. ¡Jajajajaja!

Totalmente de acuerdo con Simplicio y AC Javier. Solicito excomunión para todos los políticos que aprueben la ley de eutanasia. Además creo que la CEE debería de ir pensando en organizar manifestaciones públicas en contra de tan impía ley que, con el mayor descaro y desvergüenza, osa contradecir el quinto mandamiento de la Ley de Dios.

Cuando los políticos se atreven a legislar en contra de la Ley de Dios, los Obispos deben de salir en tromba para defender el honor debido a Dios como Legislador Supremo.

Aunque bueno, mucho me temo que esta infernal deriva política, que no sólo afecta a esta triste España sino al mundo mundial, seguirá en crescendo, y que sólo la venida de Cristo guerrero en la batalla del Armagedón le pondrá fin, arrojando a todos los políticos impíos y a sus secuaces al lago de fuego que arde con azufre.

Podrán ganar los impíos legisladores alguna que otra batalla, pero al final perderán la guerra. No les envidio sus batallas ganadas y les advierto de su inevitable ruina. si no se arrepienten. De Dios no se ríe nadie.

En la proposición de ley de eutanasia presentada por el PSOE no solamente se permite cuando se padezca una "enfermedad grave e incurable" sino también una "discapacidad crónica" que ocasione un "padecimiento insoportable". Esto podría abrir la puerta a la eliminación de cualquier discapacitado físico o psíquico (convenientemente presionados para que se crean una carga).

Esta ley no solo busca la eutanasia, también la eugenesia. Es más perversa de lo que a simple vista parece.

Yo esperaría que Gil Tamayo hubiera dicho:

"La eutanasia es un mal moral. Son nuestros legisladores y gobernantes los que llevan al pueblo a un precipicio para el cuerpo y el alma. Aquellos que amparen, promuevan o consientan, teniendo poder para impedirlo, la muerte de una persona caen en excomunion automática"

Pero no hombre no. Gil Tamayo ha utilizado el lenguaje barroco que nunca señala a las personas u organizaciones causantes del mal, como tampoco señala los métodos que utilizan las estructuras de poder para abolir, por la vía de la práctica, la moral del pueblo.

Así, con estos pastores, está claro que no vamos a conseguir nada. Dios nos enjuiciará severamente por nuestros silencios y traiciones. Son los tiempos en que empiezan a hablar los perros, porque los que debían hacerlo callaron.

"El honor debido a Dios" (día 28 a las 7:43).
Cito de memoria, de la obra dramática "Beckett o el honor de Dios" (J. Anouilh): "El honor de Dios es sumamente incómodo".
Una pregunta para la eternidad es por qué cuesta tanto tomar decisiones a quienes por su cargo les está encomendado tomarlas. Es duro de decir pero el apaciguamiento sistémico va dejando a unos pocos muertos, a bastantes fieles, tristes por decepción, y a muchos los deja despistados, erráticos, confundidos, descreídos, tal vez asidos a un buenismo más o menos pírrico con que seguir tirando.
Hay que recordar, por ejemplo, que la púrpura de los cardenales no es una prenda de adorno sino la representación simbólica de la participación con Cristo en la redención mediante una cobertura de sangre, como escribe Santa Catalina de Siena al comienzo de muchas de sus cartas, "bañada en la sangre de Nuestro Señor".
En este momento no puedo no recordar al cardenal húngaro Jozsef Mindszensty (Memorias, ed. Luis de Caralt, Barrcelona, 1974), quien lo dio todo por la verdad de Cristo, para lo cual hubo de emplearse a fondo escribiendo informes y cartas a Roma -entre 1950 y 1970, tiempos de relación gélida entre las dos grandes potencias (USA y URSS).