(Efe) La Oficina de Inmigración (BI) ratificó su decisión del 25 de abril de retirar el visado de misionera a la monja por «implicarse en actividades políticas», prohibido para extranjeros según la ley filipina, y darle 30 días para abandonar el país.
«La junta de BI rechazó la afirmación de Fox de que la oficina retiró su visado sin el debido proceso y que las acusaciones de que se implicó en actividades políticas no estaban sustentadas con pruebas sólidas», indicó el organismo según el portal Rappler.
Inmigración añadió que la misionera violó las condiciones de su visado por actuar fuera de los límites del distrito de Quezon, en el área metropolitana de Manila, al que su actividad religiosa estaba vinculada.
Fox, madre superiora de la congregación católica de Notre Dame de Sion y misionera en Filipinas durante los últimos 27 años, fue detenida el 15 de abril por supuestamente haber participado en unas protestas contra el Gobierno.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, admitió haber ordenado a las autoridades que investigaran a la monja, a la que acusó de «no tener vergüenza» por supuestamente posicionarse en contra de su Administración.
Según la Conferencia Episcopal filipina, la religiosa realizó actividades «en defensa de los derechos humanos y de ayuda a los más desfavorecidos», y según la prensa local se posicionó en contra de la violenta campaña contra la droga de Duterte que en apenas dos años ha causado miles de muertos.