(Aica/InfoCatólica) La delegación episcopal que viajó a los Estados Unidos, compuesta por el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador; monseñor José L. Escobar Alas, arzobispo de San Salvador; monseñor Elías Samuel Bolaños Avelar, obispo de Zacatoluca y monseñor William Irahera, obispo de Santiago de María pidió al Senado norteamericano que busque una solución para los doscientos mil salvadoreños que han quedado afectados con la suspensión del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Los obispos proponen una solución a largo plazo para los salvadoreños que viven en los Estados Unidos, se integraron en las comunidades, tienen hijos que ya son ciudadanos estadounidenses, y necesitan protección. También piden que el Gobierno de los Estados Unidos que se involucre en programas serios de desarrollo y reintegración para El Salvador y los países de la región.
Lo que en el fondo está en juego no es la ampliación por un tiempo determinado del TPS a salvadoreños (o a los haitianos, los hondureños…), sino que el Congreso norteamericano propicie un cambio legislativo para evitar el limbo jurídico en el que se encuentran los beneficiarios del Programa.
«No son inmigrantes ilegales, pero tampoco son legales. Aunque tienen permisos de trabajo, no pueden conseguir la residencia permanente, y debido a eso, no pueden viajar», explicó el arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, y añadió: «Si regresaran a su tierra natal para un funeral, por ejemplo, no podrían volver a los Estados Unidos. Esto lleva siendo así desde hace un par de décadas».
Por ello, el cardenal Gregorio Rosa Chávez dijo que «si bien el TPS no va a continuar, queremos que los legisladores busquen una solución para legalizar a los salvadoreños que son parte de esta comunidad y contribuyen a la nación».
El purpurado explicó que en el diálogo que mantuvieron con la comunidad salvadoreña de la Iglesia San Camilo, -beneficiarios del TPS e indocumentados- ellos le expresaron su ansiedad. Uno de ellos resumió los motivos de la lucha para que el Congreso modifique el Programa: «Tengo 13 años de no ver a mis hijas porque no puedo regresar a mi país. He pasado muchos problemas de salud y tengo coágulos en el cerebro. A mis hijas no les dan una visa para visitarme».
Aparte de esto, El Salvador no podría recibir a 200.000 personas. Sería para muchos de ellos, para la mayoría, una especie de velada sentencia de muerte.
Por último el comunicado agradece también a la iglesia de los Estados Unidos por todo lo que hacen en favor de los migrantes, uniendo esfuerzos para seguir luchando por sus derechos.
¿Qué es el TPS?
El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) es una condición migratoria especial que el gobierno de Estados Unidos otorga a los ciudadanos de un país que esté atravesando condiciones especiales como un conflicto armado, un desastre natural u otras condiciones de carácter temporal.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció en enero de este año su decisión de poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) otorgado en 2001 a los salvadoreños que estaban en Estados Unidos tras los devastadores terremotos y huracanes de enero y febrero de ese año. El Gobierno justifica la decisión en que «ya no existen las condiciones originales causadas» por los sismos, la razón por la que se otorgó esta protección a un total de 263.282 salvadoreños hasta finales de 2016. De ellos quedan en el país aproximadamente 200.000.