(InfoCatólica) En declaraciones a la CNA, el sacerdote afirmó que dado que los milagros atribuidos al beato Pablo VI involucraban a bebés no nacidos, «podría ser invocado como el protector de la vida no nacida».
En los dos casos aprobados como milagros por la intercesión del beato, la madre nunca estuvo en peligro mortal, no se trató de un primer embarazo e involucraban a fetos sobre los que había claros indicios de que sufrían graves deformidades. Los médicos sugirieron el aborto en ambos casos. Sin embargo, los niños nacieron sanos.
Pablo VI, Vicario de Cristo desde 1963 hasta 1978, escribió en su profética encíclica Humanae Vitae que «hay que excluir absolutamente, como vía lícita para la regulación de los nacimientos, la interrupción directa del proceso generador ya iniciado, y sobre todo el aborto directamente querido y procurado, aunque sea por razones terapéuticas».
Con información del Catholic Herald