(UNO/InfoCatólica) En diciembre de 2015, llevaron al pequeño Dylan al hospital por problemas respiratorios. Tras realizarle las correspondientes pruebas, los médicos descubrieron que dichos problemas estaban generados porque tenía los pulmones cubiertos de quistes. Tras ese momento, Dylan fue diagnosticado con histiocitosis pulmonar de células Langerhans.
La salud del niño empeoró hasta que cayó en coma. Sus analíticas indicaban que no despertaría, por lo que los médicos creyeron que no sobreviviría y lo comunicaron a los padres, tal y como publica el Daily Mail.
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Los padres, ante la triste noticia, tomaron la decisión de desconectar al pequeño. En el momento en que los doctores comenzaron a retirarle la mediación y procedieron a sedarlo, Dylan empezó a moverse y despertó. Dos años más tarde, el niño ha superado su enfermedad y se encuentra en perfecto estado. «Dylan es nuestro milagro», afirma la madre en declaraciones al Daily Mail.