(Asia News) El 9 de mayo del año pasado, al término de un polémico proceso, Ahok fue hallado culpable y condenado a dos años de prisión por haber difamado el islam. Un video manipulado fechado en septiembre de 2016 mostraba a Ahok dirigiéndose a los habitantes de la regencia de Thousand Islands, para ponerlos en guardia sobre aquellos que usan los versículos del Corán para obtener un beneficio político.
El vídeo desencadenó violentas protestas de movimientos islámicos radicales e influyó en el resultado de las elecciones, favoreciendo la derrota de Ahok, que hasta entonces parecía ser el candidato favorito de los comicios de abril de 2017, para la gobernación de la capital indonesia.
En un principio, Ahok se abstuvo de presentar un recurso para cuestionar el veredicto. Sin embargo, algunos meses después, la Corte del distrito de Bandung, capital de la provincia de Java occidental, condenó a Buni Yani, su principal acusador, a 18 meses de reclusión por haber difundido comentarios discriminatorios y difamatorios dirigidos contra el ex gobernador cristiano y por haber modificado algunas partes del video.
El sector moderado de la sociedad indonesia tenía muchas esperanzas puestas en el recurso que Ahok había presentado en febrero pasado, luego de pasar nueve meses en la cárcel. A éstas se sumaba la confianza que brindaba el juez Artidjo Alkostar, a cargo del colegio al que competía la tarea de juzgar, y considerado una figura capaz de brindar garantías en la revisión del caso.
La abogada y hermana de Ahok, Fify Lety Indra, afirmó en su momento que consideraba que la Corte del distrito de Yakarta Norte había cometido un error al declarar a su hermano culpable de blasfemia, y como prueba principal de ello presentó la condena de Buni Yani. Sin embargo, el juez Suhadi, portavoz de la Corte suprema, ha comunicado que se ha rechazado de manera definitiva la instancia de apelación.
Pocas horas después del anuncio, AsiaNews entrevistó a algunos ciudadanos de Yakarta, que, como sucede en el resto del país, se encuentran cada vez más divididos frente el caso de Ahok. Jodie afirma: «Esta es una decisión de tres jueces, que ha sido tomada de manera consensuada. No se ha emitido ninguna opinión discrepante. Por lo tanto, pienso que semejante decisión ha de ser buena y sabia. Ahok debe gozar de su ‘retiro’ en el centro de detención. Aún no podrá disfrutar de su libertad, como preveía la mayor parte de los indonesios ‘nacionalistas’.
De una opinón opuesta es Yudo Prihanto, un abogado cristiano: «Siendo que aún no se han dado a conocer públicamente los fundamentos de la sentencia, resulta difícil comentarla desde un punto de vista jurídico. Sin embargo, como cristiano, tengo que pensar distinto, y según intuyo, el veredicto no es ua decisión legal pura, sino que ha estado fuertemente influenciada por la política. Por lo tanto, es una mezcla de decisiones políticas y legales. Hay muchos «intereses políticos» en juego.