(Gaudium Press) Entre las comunidades beneficiadas por el auxilio están las pertenecientes a los territorios de Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopia, Eritrea, Turquía, Irán e Irak. La mayor parte del dinero recaudado fue destinado a la Custodia de Tierra Santa, organización de la Iglesia responsable por la gestión y protección de los Lugares Sagrados.
También se destinó una parte significativa para la formación de seminaristas, el sustento del clero y las actividades educativas, la formación cultural y subsidios a las varias jurisdicciones eclesiásticas en el Oriente Medio.
Así, 2.236.000 euros fueron dedicados a la formación de seminaristas, sacerdotes y religiosos en Roma, y a la manutención de los colegios sacerdotales y religiosos. El Pontificio Instituto Oriental de Roma, inaugurado hace dos años para recibir a los religiosos de diferentes países orientales, recibió 1.472.000 euros.
Fueron ofrendados 3.130.000 dólares a becas para actividades escolares en escuelas dependientes de la Diócesis Patriarcal de Jerusalén, de la Custodia Franciscana, de las Iglesias Orientales de Tierra Santa y de los Institutos religiosos.
Se invirtió 1.611.000 dólares en subvenciones ordinarias; 861 mil dólares y 5 mil euros fueron dedicados a subvenciones extraordinarias y emergencias.
También se usó el valor recibido en la colecta para las obras de conservación y mejoría de los lugares santos, a fin de garantizar la liturgia en los lugares de culto y el acceso de los peregrinos.
La colecta hico posible la realización de obras de mejoría y restauración en la Basílica del Santo Sepulcro, en el Huerto de los Olivos o en el Museo Tierra Santa, También fueron realizadas mejorías en los lugares santos de Ain Karem, en la Basílica de la Natividad de Belén, en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, en el Santuario de la Transfiguración en el Monte Tabor y en la Memoria a Moisés en el Monte Nebo, entre otros lugares en Jerusalén.
Una parte de los recursos recaudados fue destinada a la mejoría y la renovación de las residencias de los moradores de la Ciudad Vieja de Jerusalén y a la habilitación de centros de acogida para familias en diferentes países de Oriente Medio.
