(InfoCatólica) En un comunicado publicado la mañana de este martes por la Conferencia Episcopal -aunque se advierte que es a título personal-, Mons. Montero afirma que la cúpula del catolicismo no puede identificarse con ninguna agrupación política, y que eso se ha respetado en esta campaña electoral.
«Delante de una decisión tan importante como es el votar, la Iglesia católica no ha hecho, como lo piensan y lo afirman algunos, ningún acuerdo o compromiso con ninguno de los dos candidatos o sus partidos políticos», dice el prelado.
«Como lo han repetido con claridad las enseñanzas de la Iglesia, al menos desde el Vaticano II, ninguna ideología y ningún partido político logra expresar a perfección todo lo que implican los principios y las exigencias de la fe católica. La Iglesia no puede identificarse ni casarse con ningún partido político, y eso se aplica perfectamente al caso actual de Costa Rica», añadió.
El cura también rechazó que la Iglesia haya instruido a sus fieles cómo deben votar, o por quién no deben hacerlo. Añade que ambos candidatos presentan «posibilidades y esperanzas», así como «reservas y temores».
«La jerarquía católica, en la persona de sus obispos, no ha dicho que le esté moralmente prohibido a un católico votar por alguno de los dos candidatos, y mucho menos que deba votar por este o aquel», manifestó Montero.
El obispo llamó a apaciguar el pesimismo que, en su opinión, caracteriza a esta elección, y también a que no se exalte ni se condene a ninguno de los candidatos:
«En estos días también se oyen a menudo opiniones que tienden a canonizar a uno de los candidatos y a demonizar al otro, según las preferencias de los electores. Eso no es cosa normal en una democracia y en todo clima electoral; sin embargo, ni una ni otra actitud es saludable.
Ninguno de los candidatos tiene todas las cualidades para ejercer un cargo tan exigente, y ninguno de ellos ofrece un programa de gobierno que satisfaga plenamente las exigencias de la verdad, la justicia, la paz y el amor, tal como lo cree y lo espera un cristiano».
Principios no negociables.
Lo cierto es que el Magisterio de la Iglesia sí orienta claramene el voto en caso de que haya dos candidatos que se posicionen de forma opuesta en temas esenciales.
En la exhortación apostólica Sacramentum caritatis, el papa Benedicto XVI marcó unos principios no negociables que deben regir la actividad política:
En efecto, el culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe. Obviamente, esto vale para todos los bautizados, pero tiene una importancia particular para quienes, por la posición social o política que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas. Estos valores no son negociables.