(Actuall/InfoCatólica) Los cuatro casos forman parte de un grupo de doce que el Comité Regulador de la Eutanasia ha señalado porque no han sido llevados a cabo correctamente.
Dos de esos casos los practicó el mismo médico en la provincia de Holanda Septentrional. El primero corresponde a una mujer de 67 años con alzheimer a quien se le practicó la eutanasia pese a no ser capaz de dar su consentimiento. El otro caso es otra mujer de 84 años que había dicho que su vida no tenía «ninguna utilidad» a causa de varias enfermedades mentales, pero no manifestó su intención de que le adelantaran la muerte.
El tercer caso, en la región de Gelderland, al este del país, falleció otra mujer de 72 con una metástasis, que se le indujo al coma, haciendo imposible saber al médico saber si la decisión de recibir la eutanasia era voluntaria o no.
El último caso, el La Haya, era el de otra mujer de 84 años que a causa de una enfisema pulmonar vio «muy restringida» su capacidad de movimiento. El médico concluyó que el sufrimiento de la paciente era inútil y decidió practicarle la eutanasia.