(Acuall) Los padres de Alfie Evans, el nuevo Charlie Gard, continúan con su batalla para poder mantener con vida a su hijo y llevarlo a otro centro médico donde les den un diagnóstico y alguna posibilidad de cura.
Pese a que hace dos semanas el juez le dio la razón al Alder Hey Children's Hospital, de Liverpool (Reino Unido) y le permitió desconectar del respirador al pequeño Alfie, sus padres presentaron un recurso de amparo ante la sentencia y la Corte de Apelación responderá el próximo martes.
El deseo de Thomas y Kate Evans es poder seguir buscando durante unos meses más una cura para su hijo, y en eso consiste su lucha, tal y como han manifestado a los tres jueces que constituyen el tribunal.
Por ese motivo, el abogado defensor ha pedido que rechacen la petición del hospital que continúa afirmando que el tratamiento que ahora está recibiendo Alfie es «inútil».
Durante la apelación la familia de Alfie ha pedido permiso para transferirlo a otro centro –el hospital Bambino Gesú se ofreció a recibir al niño, dar un diagnóstico y buscar una posible cura–, consciente de los riesgos que supone el traslado.
«Están luchando para disponer de unos meses más para seguir buscando opciones. Esta es una postura que millones de padres de todo el mundo adoptarían», ha afirmado su abogado. «Morirá en la lucha, pero morirá como un héroe. Millones de personas la considerarán una muerte noble y heroica», ha insistido.
De esa manera se ha manifestado también Thomas Evans, el padre de Alfie, al afirmar que «si Alfie muere en el viaje, morirá como un héroe. Morirá como un soldado. Merece vivir, merece que lo podamos llevar a otro sitio y darle cualquier opción. Siempre tengo esperanza».
El pequeño Alfie ha pasado 16 de sus 21 meses de vida en el hospital inglés desde que fue ingresado por un posible desorden metabólico -el centro nunca dio un diagnóstico-. Meses después, el centro solicitó que le retiraran la custodia a los padres a fin de poder desconectar al bebé del respirador artificial, ya que consideraban que su «calidad de vida» no era tolerable y era «inútil».
Desde entonces sus padres han estado luchando en los tribunales para poder llevarse a su hijo del hospital a otro centro donde les pudieran ofrecer un diagnóstico y una posible cura.