(ACI Prensa) Los obispos hicieron este llamado en un comunicado emitido ayer 8 de febrero, al término de su Asamblea Plenaria y a pocas horas de que se inicie el paro armado anunciado por el grupo guerrillero del 10 al 13 de febrero.
El Gobierno colombiano y el ELN sostenían unas conversaciones en Quito (Ecuador), a la vez que se mantenía el cese al fuego bilateral, que culminaba el 9 de enero. La Iglesia y la ONU pidieron que este fuera extendido.
Sin embargo, entre la noche del 9 y la madrugada del martes 10, el grupo armado cometió un doble atentado contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en los departamentos de Boyacá y Bolívar. El miércoles 11 el presidente Juan Manuel Santos anunció que el diálogo quedaba suspendido.
En ese sentido, en su comunicado los obispos llamaron al ELN a que «teniendo en cuenta los clamores del pueblo, cese ya amenazas y acciones violentas, para que aparezca la verdad y la buena voluntad en el camino de la paz, y haya condiciones favorables para continuar las conversaciones en busca de la paz».
Asimismo, pidió al Gobierno «que continúe en el empeño de seguir buscando una salida negociada al conflicto, como un aporte indispensable a un proyecto integral de paz para todo el pueblo colombiano».
El Episcopado señaló que «construir una Colombia en paz es una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos».
«No podemos decaer en el esfuerzo por lograr la unidad de la nación ni permitir que el odio y la venganza, la inequidad social y la falta de oportunidades sigan truncando la vida de los colombianos; no dejemos que cualquier tipo de violencia acabe con una vida más», expresaron.
Sin embargo, los obispos también advirtieron que en el país «se están presentando nuevas formas de violencia y de terrorismo, en las ciudades y en los campos». «Reaparecen estructuras armadas ilegales y bandas criminales como el Clan del Golfo y las Autodefensas gaitanistas de Colombia, que siguen sembrando dolor y muerte», señalaron.