(Agencias/InfoCatólica) «La única iglesia que ilumina es la que arde, es la que está en llamas. Ha-Ha. No al Papa», se lee en una frase que apareció en el suelo del templo San Agustín de Melipilla. El inmueble estaba inhabilitado para el público general por los daños sufrido en el terremoto de 2010, pero sí se ocupaba para trabajos administrativos.
Según imágenes televisivas, el fuego no afectó más que a la fachada del templo. En declaraciones a radio Bio Bio, el párroco, Víctor Fernández, calificó de «lamentable» el ataque y dijo que la iglesia «es uno de los antiguos baluartes de la ciudad».
Tres templos fueron atacados el viernes con bombas incendiarias, y en otros dos no estallaron los explosivos.