(Fides) Las agresiones sectarias y las masacres yihadistas que han golpeado recientemente a los cristianos coptos no pueden ser instrumentalizadas para transmitir la idea de que los cristianos son sistemáticamente perseguidos en Egipto, atribuyendo la responsabilidad de esta supuesta persecución al gobierno actual. Este es el juicio compartido que los obispos de varias comunidades cristianas egipcias han expresado en intervenciones y entrevistas relanzadas en las últimas horas por los medios egipcios.
Anba Benyamin, obispo copto ortodoxo de Al Manufiyya, ha querido remarcar de forma particular que el Presidente Abdel Fattah al Sisi, actual «hombre fuerte» de Egipto, está ofreciendo a los cristianos más de lo que recibe a cambio, y no se le puede imputar ninguna responsabilidad en merito a los actos de violencia y a las masacres que han golpeado a los cristianos coptos en los últimos años. Ha reafirmado las mismas ideas el obispo copto católico Youhanna Golta, según el cual «no hay persecución de los cristianos en Egipto», sino que hay problemas relacionados con la seguridad de los cristianos y otros ciudadanos, puestos en peligro por las estrategias del terror. Una emergencia que el Estado está llamado a afrontar y resolver, como ocurre en todas las naciones.
Con respecto a las maniobras de quienes hacen referencia al martirio de los coptos para sacar la conclusión de que los cristianos son perseguidos en Egipto, el obispo católico enfatiza que «los extremistas no tienen piedad ni de los cristianos ni de los musulmanes».
Para Nabil Naguib, responsable de comunicación de la iglesia evangélica en Egipto, «quienes hablan de persecución de los cristianos en Egipto están fuera de Egipto». Naguib, reconociendo la existencia de grupos sectarios e individuo que tiene comportamientos agresivos hacia los cristianos, ha reiterado que aún así el termino «persecución» es inapropiado para describir la condición actual de los cristianos egipcios.