(Agencia Fides/InfoCatólica) «Ningún tipo de violencia es la solución. Tendría que haberse abierto una mesa de diálogo antes o durante el conflicto para no llegar a esta represión y violencia. El diálogo siempre tiene que estar presente», son las palabras de Mons. Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social apoyando ayer al Obispo de Bariloche, Mons. Juan José Chaparro, en su acción de mediador en la mesa de diálogo que se conformó para buscar una solución pacífica al conflicto entre el Gobierno y el pueblo mapuche.
Este conflicto que tiene su origen en la propiedad territorial del pueblo nativo ha causado ya una víctima, Rafael Nahuel, quien perdió la vida por un impacto de bala en el marco de un operativo de Prefectura el día 25 de noviembre.
El obispo de Bariloche, Mons. Juan José Chaparro, aseguró a través de la prensa en estos últimos días que la comunidad mapuche «está en búsqueda del diálogo», subrayó que el conflicto por las tierras es una «deuda y urgencia histórica» y afirmó que «las comunidades no están con la violencia». Además rechazó que en la zona de los conflictos esté actuando el grupo RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), como denunció el gobierno. «Yo lo que conozco es una comunidad mapuche que no es RAM. Yo a RAM no lo conozco. Sí ha habido incidentes, pero yo no les conozco los rostros a los de RAM», dijo el obispo, que participa de mesa de diálogo.
Mons. Chaparro destacó la necesidad de que todos «cedan algo» en el marco de la mesa de diálogo, que continuará hoy, y pidió a «no echar gasolina al fuego». Por su parte, representantes de organizaciones sociales, de derechos humanos y de sectores políticos de la oposición convocaron a un diálogo multisectorial para contribuir a la búsqueda de soluciones a los problemas de tierras de los pueblos indígenas y poner fin a la campaña de hostigamiento hacia esas comunidades.
Según la nota enviada a Fides, Mons. Jorge Rubén Lugones, S.J., Obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social ha insistido diciendo que «el diálogo no está reñido con el cumplimiento de la ley», y en este sentido está «totalmente de acuerdo con lo que está haciendo nuestro hermano Chaparro». Haciendo clara referencia a las críticas que recibió Mons. Chaparro al apoyar el reclamo del pueblo nativo e impulsar una solución conciliadora, dijo: «Nosotros estamos para servir y a veces recibimos algunas humillaciones, la Iglesia siempre llama al consenso y da espacios físicos y morales para el diálogo».