(Fides) «El gobierno paquistaní no está abordando seriamente el tema del abuso de las leyes sobre la blasfemia y la urgencia de erradicar el extremismo islámico de la sociedad paquistaní. Es hora de tomar medidas audaces para combatir el extremismo religioso, y para ello, el primer paso es derogar o reformar la ley sobre la blasfemia»: este es el llamamiento enviado a través de la Agencia Fides por el abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, promotor de los derechos humanos en Pakistán y defensor de varios casos de víctimas inocentes de la ley de blasfemia
Comentando a la Agencia Fides algunos casos trágicos recientes, Gill recuerda que el estudiante musulmán Mashal Khan, de 23 años, de Mardan, fue asesinado en abril al publicar en la web contenido considerado «blasfemo» y expresar opiniones críticas sobre el Islam. El abogado recuerda que «el linchamiento brutal del estudiante musulmán podría haber sido una oportunidad para revivir el debate sobre la revisión de las leyes sobre la blasfemia, pero este intento también ha fracasado».
Hace unos días, recuerda Gill, fue el tercer aniversario de la muerte de Shama y Shahzad Masih, dos esposos quemados vivos el 4 de noviembre de 2014 después de una falsa acusación de blasfemia; mientras que Asia Bibi, la mujer cristiana sentenciada a muerte por blasfemia, espera la sentencia del Tribunal Supremo de Pakistán además, el «sistema judicial paquistaní no está dando buena evidencia y parece verse afectado por las presiones de los grupos extremistas», señala el abogado
«Los grupos extremistas islámicos ahora recurren a los partidos políticos para lograr sus objetivos», dice, y defienden firmemente la ley de blasfemia. «De esta manera, la ley sobre la blasfemia -comenta- se ve politizada en vista de las elecciones generales de 2018 y por eso será difícil para el tribunal fijar una fecha en breve para el recurso de apelo de Asia Bibi».
«La ley sobre la blasfemia constituye un verdadero ataque contra la libertad religiosa de todos aquellos que tienen opiniones contrastadas al Islam. Muchos observan que tanto los musulmanes como los no musulmanes son víctimas en igual medida de los abusos de la ley de blasfemia; pero para los musulmanes se trata sólo de aquellos que expresan críticas al Islam. Y, si una persona cristiana es acusada de blasfemia, no se salvará y se buscará su muerte. También existe el riesgo de un castigo masivo o de venganza contra toda la comunidad cristiana a la que pertenece, como ha sucedido en varios episodios trágicos», concluye.