(LifeSiteNews/InfoCatólica) Académicos católicos se unieron para formar una nueva Academia para la Vida dirigida por laicos después de que el Papa Francisco suprimiera y refundara la Academia Pontificia para la Vida original, incorporara partidarios del aborto entre sus miembros y una nueva finalidad que incluía atender los problemas de la inmigración y el medio ambiente.
Tendrá los mismos objetivos que la academia original
Llamada la «Academia Juan Pablo II para la Vida Humana y la Familia» (JAHLF por sus siglas en inglés), la nueva academia cumplirá los mismos objetivos que la Academia Pontificia para la Vida original, fundada por el Papa San Juan Pablo II en 1994. Esto consiste en el «estudio interdisciplinario y defensa de la vida humana en todas sus etapas» y el «estudio del matrimonio y la familia humana».
Está orientada a ser una organización no gubernamental que seguirá siendo independiente de las organizaciones civiles y religiosas. La Academia tiene la intención de ofrecer a la Iglesia estudios y explicaciones sobre las «verdades antropológicas y éticas más importantes sobre la vida humana, la muerte y la familia».
Anuncio de la fundación de la Academia
El anuncio de la nueva Academia fue realizado el día de ayer en una conferencia en Roma para conmemorar el próximo cumplimiento del 50 aniversario de Encíclica Humanae Vitae, que contiene la enseñanza oficial de la Iglesia sobre la inmoralidad del uso de anticonceptivos.
El Dr. Josef Seifert, primer presidente de la Academia, resumió en un discurso las razones por las cuales se fundó la nueva Academia. Seifert es un filósofo católico austríaco y amigo cercano del fallecido Papa San Juan Pablo II. Recientemente fue removido de una universidad católica en España por un arzobispo local después de publicar una crítica a la exhortación Amoris Laetitia del Papa Francisco sobre el matrimonio y la familia.
Seifert declaró que la nueva Academia se adheriría a las «verdades eternas» acerca de la vida humana y el matrimonio descubierto por la razón e iluminado por la fe, y no cedería a las «falsas enseñanzas» de la época.
«Hoy se escuchan muchas voces que afirman que la situación actual de la sociedad humana ha cambiado tan profundamente que muchas acciones que han sido llamadas intrínsecamente malvadas o gravemente pecaminosas por la Familiaris Consortio o Humanae Vitae ya no se pueden llamar de ese modo», dijo a los asistentes a la conferencia.
«Estas voces pretenden que los tiempos de las antiguas normas morales han terminado, que ya no podemos decir que el adulterio, las relaciones homosexuales, la anticoncepción, el aborto o la eutanasia son intrínsecamente desordenados en todas las circunstancias ... San Juan Pablo II ha condenado esta visión como un grave error y ha defendido de nuevo con fuerza la enseñanza de los Evangelios y de la tradición de la Iglesia de hace 2000 años, de que hay muchos actos intrínsecamente malos como la anticoncepción, el aborto o la eutanasia», continuó.
«Por lo tanto, contra todas las presiones sociales o históricas del espíritu de nuestra época que quiere diluir o negar por completo la verdad de que hay actos intrínsecamente malvados, nosotros en JAHLF no cederemos a tanta presión y a las falsas enseñanzas», agregó.
Seifert dijo que la academia se enfocaría en cambiar los corazones y las mentes de las personas para que acepten la verdad eterna, y no cambiar la verdad para adaptarla a las personas.
«Sabemos con mayor certeza que nunca debemos comprometer la verdad mediante la adaptación de nuestros juicios morales a las opiniones éticas dominantes hoy en día, si éstas son falsas. Más bien deberíamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que una sociedad que se desvía más gravemente de la verdad moral eterna se ajuste a la verdad», explicó.
«Para nosotros, tomar en cuenta el cambio de clima social en el que vivimos solo puede significar que debemos buscar nuevas formas de hacer que los hombres comprendan y vivan las mismas verdades de siempre, que nunca pueden cambiar. Debemos adaptar a las personas a la verdad, no a la verdad a las personas», agregó.
Seifert dijo que la principal tarea de la Academia es «rechazar los horribles males y errores que configuran la sociedad moderna e incluso han entrado por las puertas del santuario de la Iglesia».
«Esto también implica llamar asesinato al aborto y no “interrupción” o “terminación del embarazo”, absteniéndonos de eufemismos deshonestos que oscurecen la verdad. Actuando y hablando de esta manera, ya sea que un miembro sea un médico, un filósofo, un psiquiatra, un periodista o un sacerdote, se elevará a sí mismo y a su profesión a ese nivel y estándar moral que Dios ha diseñado para él. Nuestra tarea, sí, es decir la verdad a una sociedad muy cambiada, pero la verdad sigue siendo la misma», dijo.
Abierta también a no católicos
Si bien la Academia da la bienvenida a teólogos, sacerdotes, obispos y cardenales, también está abierta a los no católicos.
Los miembros fundadores incluyen antiguos miembros de la Academia Pontificia para la Vida que no fueron invitados a la Academia Pontificia cuando el Papa Francisco la suprimió y refundó.
OnePeterFive informa los nombres de algunos de los nuevos miembros de la Academia, que incluyen al Profesor Roberto de Mattei, al Profesor Claudio Pierantoni, los ex miembros de la Academia Pontificia para la Vida, incluida la presidenta de la American Life League, Judie Brown, el Fundador de la Asociación Nacional de Familias Católicas, Dr. Thomas Ward, la presidenta de la Familia de las Américas, Mercedes Wilson, la presidenta de la Alianza Latinoamericana por la Familia, Christine Vollmer, de la Federación Mundial de Doctores que Respetan la Vida Humana el Secretario General Dr. Philippe Schepens y el profesor Luke Gormally. Los miembros adicionales de la nueva Academia incluyen al profesor Carlos A. Casanova de la Universidad Santo Tomás de Chile y John-Henry Westen de LifeSiteNews.