(Aica/AsiaNews) En la carta, el primado de la Iglesia iraquí espera crear una «nación civil moderna y fuerte, bajo una consolidada dirección política», capaz de «iniciar reformas en el desarrollo económico, social y cultural». También reitera el llamado ya expresado en el pasado en un diálogo sincero entre Bagdad y Erbil, dejando de lado «el espíritu de venganza, sospechas, represalias o discursos».
Mientras tanto, el ejército iraquí, después de la captura de Kirkuk, conquistó otras partes del territorio hasta hace poco tiempo en manos de los kurdos, concentrándose en la provincia de Nínive y Diyala.
En una declaración oficial el ejército confirmó que las fuerzas gubernamentales «tomaron el control de Kanakin y Jalawah» y de Makhmur, Bashiqa, Sinjar y la presa de Mosul. De acuerdo con algunas fuentes de las fuerzas iraquíes también se ha pedido a los Peshmerga (combatientes kurdos) que se retiren de la llanura de Nínive, en particular de los pueblos cristianos de Teleskof y Alqosh, ante el temor de que pueden estallar de nuevos enfrentamientos en los próximos días.
En una situación de fuerte tensión, el patriarca caldeo renovó el llamado para que las partes tengan un diálogo sincero para encontrar una solución a la crisis.
Mar Sako advierte en su escrito que los acontecimientos ocurridos en el último período son parte de conflictos que han llevado a una tensión permanente y al colapso de la estabilidad en el país. «Y como siempre, los civiles inocentes son las primeras víctimas de estas tensiones de las cuales no tienen culpa».
«Todos los miembros originales de la tierra iraquí que están interesados en una vida en común, en este momento están llamados a ir más allá de esta situación frágil adoptando el espíritu de la ciudadanía y el Estado de Derecho, la misericordia y el perdón; al mismo tiempo, es necesario dejar de lado el espíritu de venganza, sospechas, represalias o discursos incendiarios», señaló el patriarca.
El líder de la iglesia iraquí hace un llamado a la reconciliación nacional, la única que puede proporcionar «una respuesta concreta y adecuada para salir de esta crisis»
«El objetivo –concluye el patriarca caldeo- es formar una nación civil moderna y sólida, bajo una guía política consolidada, que ayude a desarrollar el establecimiento del gobierno e iniciar reformas en los campos económico, social y cultural. Este progreso será sostenido por la renovada confianza, la implementación de medidas de seguridad, la estabilidad, el apoyo al proceso de reconstrucción y la preparación del terreno para el regreso de los desplazados internos a su patria, un Irak basado en la convivencia y la civilización».