(ACN) Los cuerpos fueron encontrados enterrados en una zona costera en las afueras de la ciudad de Sirte, con las manos atadas a la espalda y vestidos con los trajes de color naranja que se veían en el vídeo de su decapitación. Junto a los cadáveres fueron encontradas sus cabezas y se están llevando a cabo procedimientos para identificar a las víctimas de la matanza mediante análisis de ADN.
El Procurador general libio Al Sadiq al Sour no solo dio parte del lugar de sepultura de los cristianos coptos sino también de la detención de un hombre al que se le acusa de formar parte del crimen. Asimismo, declaró que también se había identificado al sujeto que grabó las escenas en la playa de Libia y editó el video.
Satisfacción entre los familiares de los mártires
Según publica la Agencia Fides, al conocer la noticia, los familiares de los 21 cristianos coptos enviaron un mensaje en el que expresan que este hallazgo «les había suscitado esperanza» y que oraban por que los restos mortales de sus familiares pudiesen «regresar a Egipto, a su iglesia, y convertirse en una bendición para todo el país».
Sus nombres ya han pasado a formar parte del Synaxarium, el libro de los mártires de la Iglesia Copta, y su memoria se celebra el 15 de febrero.