(Catholic Herald/InfoCatólica) La niña, que todavía habla inglés como su primera lengua, ha sido atendida por dos familias musulmanas diferentes en los últimos seis meses. Según los informes, una de las familias le pidió que se quitara un collar con un crucifijo y le impidió comer una pizza carbonara porque contenía tocino.
También le dijeron que aprendiera árabe y finalmente rechazaron continuar con la acogida porque dentro de la propia familia «no hablan inglés».
The Times informa que la familia de la madre biológica de la niña se ha pasado los últimos seis meses pidiendo a los responsables del distrito de Tower Hamlets en Londres que permitan que la niña sea puesta a cargo del cuidado de parientes o amigos cercanos.
Un empleado del distrito que supervisó las reuniones entre la niña y su madre biológica informó sobre la angustia de la cría al final de cada reunión cuando era devuelta a sus cuidadores. En el informe, la supervisora describe a la cría como «muy emocional y llorosa». También advirtió que la cría le recitaba a su madre unas palabras en árabe que debía repetir «para que cuando mueras vayas al cielo».
En los dos últimos meses, la pequeña ha estado al cargo de otra familia musulmana, en la que sus mujeres se cubren en público el rostro, una de ellas con burka.
Las reacciones no se han hecho esperar. Robert Halfon, presidente del comité de educación de la Cámara de los Comunes, ha declarado que la niña debe «tener el derecho de ser puesta al cargo de personas que mantenga sus valores heredados y sus tradiciones».
El diputado conservador Philip Hollobone añadió: «¿Y si fuera una niña musulmana cuidada por una pareja cristiana e insistieran en negar su educación musulmana y convertirla en cristiana? ¿Cómo se sentiría la comunidad musulmana al respecto?
«Me parece que la fe original del niño debe ser respetada por la familia adoptiva, cualquiera que sea su propia fe. El consejo necesita revisar urgentemente este caso ... Todas las religiones deben ser tratadas igual y respetadas de la misma manera».