(EP) La oferta, expresada por el ministro del Interior Mohamed Bazoum a través de la radio nacional, se produce dos días después de que 31 yihadistas de esta secta nacida en la vecina Nigeria pero que actúa también en Níger y Chad, se entregaran a las autoridades de Niamey.
«Hemos lanzado un llamamiento a todos nuestros compatriotas en las filas de la secta Boko Haram y que quieran seguir los pasos de los que les han precedido: vamos a garantizar su seguridad, vamos a evitarles la prisión, y vamos a evitarles toda persecución judicial; más bien al contrario, prometemos una suerte de apoyo» para ellos, dijo Bazoum.
«Hemos acondicionado un campamento que llamamos "de tránsito" para los que acepten, en la ciudad de Diffa (sureste y zona donde más ha atacado Boko Haram). Contemplamos la construcción de otro campamento en el departamento de Goudoumaria», dijo el ministro, que acaba de realizar una visita a la zona.
El ministro prometió igualmente la realización de un programa de reinserción social para los que deserten voluntariamente de las filas yihadistas: «Vamos a instalarlos y a invitarlos a ciertas actividades, además de llevar a cabo un programa de desradicalización y progresivamente preparar su reinserción social», dijo.
El grupo Boko Haram sufrió el pasado 24 de diciembre uno de los golpes más duros en su feudo de Sambisa, el bosque situado en la región noreste de Nigeria, donde el Ejército desmanteló lo que se considera su cuartel principal, causando la huida de sus miembros.
En sus siete años de actividad, se atribuye a Boko Haram el asesinato de 20.000 personas y el desplazamiento de casi dos millones entre las fronteras de Nigeria, Níger y Chad.